Pesadillas Nocturnas

[ESPECIAL] ⁓ Niccolò

La primera pesadilla.

Me encontraba sumido en la oscuridad, rodeado de pergaminos y libros abiertos. Había pasado horas estudiando para mi próximo proyecto de investigación en medicina, hasta que el cansancio me venció y me quedé dormido sobre mi escritorio.

De repente, un ruido me despertó sobresaltado. Mis ojos tardaron un momento en adaptarse a la penumbra que me rodeaba.

Esta no era mi habitación...

Confundido, traté de incorporarme, pero algo me detuvo. Una figura que yacía a unos pocos metros de mi lado dándome la espalda, y al enfocar la mirada, me di cuenta de que era una joven por su cabello. Contuve el aliento, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba.

¿Quién era ella y qué hacía aquí?

La oscuridad reinaba en aquella extraña habitación, pero mis ojos se habían adaptado lo suficiente como para distinguir las siluetas a mi alrededor. Fue entonces cuando la vi, una joven inclinada sobre la figura de un muchacho, examinándolo con curiosidad.

Me quedé observándola fijamente, reprimiendo un suspiro de fastidio ante el ruido que estaba haciendo. La poca luz que se filtraba en la estancia me permitió apreciar su apariencia peculiar. Era una chica de tez clara, con cabello rubio castaño que caía hasta la altura de sus hombros.

Lo que realmente llamó mi atención fue su atuendo de pijama. Llevaba una blusa blanca con bordes de color lila, adornada con un muñeco de alguna caricatura. Pero lo más sorprendente era el sombrero de bufón negro que coronaba su cabeza, con una calavera rosa en el centro de su frente, la cual imitaba la expresión facial del muñeco en ese momento.

Bajé la mirada y noté que su pantalón morado estaba cubierto de innumerables caras de aquel mismo muñeco, formando un estampado llamativo y peculiar. Era como si la caricatura hubiera cobrado vida a través de su atuendo.

No pude evitar fruncir el ceño ante su ruido y su comportamiento, sintiéndome irritado por la interrupción de mi tranquilidad. Decidí romper el silencio con una voz firme y clara.

—Eres muy ruidosa —dije, mirándola fijamente con una mirada penetrante.

Esperaba que mi reprimenda fuera suficiente para calmarla y devolverle un poco de sensatez a esta extraña situación. Aunque, por otro lado, su apariencia me llenaba de curiosidad.

Es linda

La tranquilidad de la habitación se vio interrumpida por un fuerte bostezo que resonó desde un rincón. Dirigí mi mirada hacia allí y distinguí la figura de un joven de cabello castaño largo, estirándose con la boca abierta.

—¿Qué hora es? Hmmm. Todavía no hay luz. ¿Podemos volver a dormir? —murmuró somnoliento, cerrando nuevamente sus ojos entreabiertos y acomodándose en su lugar.

Justo cuando pensé que volvería a sumirse en el sueño, soltó un grito que hizo que todos nos sobresaltáramos

—¡¡¡Ah!!! ¿Dónde estoy? ¿Quiénes sois? —exclamó, mirando a su alrededor con los ojos muy abiertos, claramente desorientado.

En ese momento, una joven castaña de cabello rizado se despertó bruscamente debido al alboroto. Pude ver cómo el pánico se apoderaba de ella al darse cuenta de la extraña situación en la que nos encontrábamos.

Miré a mi alrededor y una sensación de inquietud se apoderó de mí mientras intentaba procesar lo que estaba ocurriendo.

Además de la chica extravagante y el joven de ojos bicolores, ahora teníamos a un durmiente ruidoso y a una joven claramente asustada. ¿Qué era este lugar? ¿Cómo habíamos llegado aquí? ¿Acaso estábamos soñando?