"A mí me gusta la normalidad que da la imperfección".Repasé la frase, que acababa de anotar en mi diario, y eché mano del montoncito de fotos que guardaba en el cajón del escritorio. Tenía algunas de celebraciones con mis padres, otras de salidas al parque de atracciones, de disfraces y de Yoon Gi. De hecho, en la mayoría de las imágenes salíamos juntos. Que si el paseo en yate del año que fuimos de vacaciones a Busan, que si las de la montaña rusa en donde me había puesto a gritar, que si la de la inauguración de la tienda de helados de su tía...
Me detuve ante la foto que mostraba la tarta de mi treceavo cumpleaños aplastada y a mí con la cara llena de pastel tras el empujón que me había dado cuando estaba a punto de soplar las velas.
"Fui un poco cabroncete contigo, lo admito".
Bastante.
"Es que me gustabas. Me daba mucho miedo que se notara así que te trataba medio mal".
Madre mía. ¿En serio?
Revisé la imagen. No, no podía ser. Me había gastado una broma pesada, seguro. Aunque, ahora que lo pensaba, ese día, por ejemplo, al principio se había reído pero después, al verme romper a llorar, había ido a por una toalla, me había limpiado la cara y al rato había aparecido con otro pastel decorado con fresas y mucho más grande que había comprado con su paga. Todo eso por... ¿Amor?
No. No, no, no. Lo había hecho por culpa y por aprecio, seguro.
"Hoy Yoon Gi me ha dicho que cuando éramos pequeños sentía algo por mí" escribí a continuación. "Me he quedado de piedra y ahora estoy hecho un lío porque no sé si me está tomando el pelo, como a veces hace, o realmente llegué a gustarle en serio".
Cogí la última de foto del montón, una del año pasado, en donde yo salía subido sobre su espalda, abrazado a su cuello, mientras él me observaba de lado con una sonrisa divertida.
"Es mi mejor amigo" seguí anotando. "Le quiero más que a nada en este mundo pero nunca he pensado en él de forma romántica. Me duele saber que me amó y que fue consciente de que yo no le correspondía porque eso significa que sufrió. Menos mal que ha dicho que fue cambiando el tiempo porque..."
Detuve el bolígrafo. Un segundo, ¿y si no era una broma ni tampoco verdad? ¿Y si lo que ocurría era que se había dado un golpe tan fuerte en la cabeza que se había puesto a delirar?
Uy; eso sí que no lo podía dejar estar. Por eso no se me ocurrió nada mejor que recurrir a Tae Hyung al día siguiente, en el descanso de tercera hora.
—¿Qué? —El chico levantó la cabeza del ejercicio de Matemáticas y me dedicó una mirada de claro desconcierto—. ¿Que Yoon Gi qué?
—Que si... —Oteé con disimulo a mi alrededor, no fuera a estar alguien cerca—. Verás... —Eché una ojeada a Yoon Gi, que, como de costumbre, dormitaba en su mesa, con la cabeza apoyada en el libro—. Me gustaría saber si estás al tanto de si le gusta o le ha gustado alguien alguna vez.
Tae Hyung se limitó a parpadear.
—Es que... —Ay, Dios; a ver cómo me explicaba yo ahora—. Resulta... —Por favor, cerebrito mío, trabaja por una vez—. Le noto raro. Me halaga de forma extraña y ayer me confesó algo inaudito.
—¿Ah, sí? —Los ojos de Tae Hyung se posaron en el aludido—. Yo lo veo como siempre —contestó—. ¿No serás tu el que, con lo del tutorial, está desubicado?
—Dice cosas sin sentido —insistí.
Soltó el lápiz.
—Jimin, no tengo ni idea. —Se encogió de hombros—. Me imagino que sus sentimientos te los confiaría a ti antes que a nadie.
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TUTORIAL ANTI-RECHAZOS 《YoonMin》
Fiksi PenggemarJimin es un chico del montón, tímido y muy inseguro. Jung Kook es el chico todoterreno que ocupa su corazón. Y Yoon Gi... Bueno, Yoon Gi solo es el típico amigo que trata de ayudar a Jimin a que Jung Kook se fije en él a través de lo que ha denomina...