Paso 7: Confesarse con clase

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(Voz narrativa: Yoon Gi)

Lo primero que hice al llegar a casa fue rebuscar en la caja de fotos del armario y enganchar la del parque de atracciones en el monitor otra vez.

"No he besado nunca a nadie y me gustaría que el primero fueras tu".

Me dejé caer en la silla. Miré la hora. Ya eran la seis. Jimin había quedado con Don Perfecto a las siete. No sabía dónde se verían pero todavía estaba a tiempo de llamarle. De pararle. De confesarme. Cogí el móvil y localicé su contacto. ¿Lo hacía?

"Si eres tu no me asusta".

Su cuerpo tembloroso al notar mis labios en los suyos me vino a la cabeza. Aunque me lo hubiera pedido, se había  sorprendido. Rayos; hasta yo lo había hecho. Y, sin embargo, ese desconcierto había durado solo unos segundos. El contacto me había hecho olvidar que se trataba de una simple demostración del tutorial y había buscado su boca con anhelo, como siempre había soñado hacerlo. Y Jimin me había correspondido. Se había pegado a mí y me había devuelto cada roce y cada caricia al punto de que encadenar beso tras beso hasta que el timbre nos había separado.

Porque lo había hecho, ¿no? ¿De verdad me había abrazado? ¿No me estaría volviendo loco o algo parecido?

El zumbido del teléfono móvil me sacó de las divagaciones.

—Bueno, ¿qué te cuentas? —La voz de Tae Hyung, al otro lado, resonó risueña—. Hoseok me ha dicho que le has escrito cerca de veinte mensajes. 

Sí, a Hobi. No a él.

—¿Y tu por qué te metes? —respondí, seco—. Quería distraerme y salir por ahí. Estoy aburrido.

—Me dueles, ¿sabes? —La réplica sonó con afectación—. Yo también tengo tiempo libre. Puedo quedar y, además, voy a tu misma clase.

—¿Y eso qué?

—Que soy el único que puede confirmar lo que estás pensando —me soltó y, antes de que pudiera objetar nada, añadió—: Sí, Yoon Gi, he visto los ojitos de amor con los que te mira Jimin  y también he visto cómo habéis regresado de limpiar. Irradiabais euforia apasionada. Por cierto, Hobi me ha pedido que te diga que hacéis una pareja de fábula.

—Mira, Tae...

—Es este momento no soy Tae —me cortó—. Llámame Cupido.

¿Cupido? Anda ya.

Le colgué. Solté el teléfono y estiré las piernas sobre la mesa, con los ojos puestos en la fotografía. Euforia, decía. Y que Mimi me había estado mirando con expresión de amor.

Amor...

Joder; ¿y si era verdad? Tanto Tae como Hobi lo aseguraban. ¿No era una divagación mía? ¿Yo le gustaba? ¿Pero cómo iba a ser? No tenía sentido y menos con el mega ultra ideal de Jung Kook de por medio.

El teléfono volvió a sonar. Descolgué sin mirar.

—A ver, Tae, ya deja de...

—Hola, Yoon Gi. —El timbre dulce de Jimin me dejó más tieso que un espantapájaros en medio de un campo de maíz—. ¿Qué estás haciendo?

Lo normal. Mirar nuestras fotos y fantasear sobre mi amor unilateral.

—Nada útil —resumí. 

—Entonces, ¿tienes tiempo? —inquirió—. ¿Puedo ir luego a tu casa? Me gustaría verte. 

—¿Cuándo?  —Bajé los pies—. ¿No has quedado con Jung Kook?

—Sí pero puedo verte después.

TUTORIAL ANTI-RECHAZOS  《YoonMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora