Paso 1: Completado

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Antes he dicho que me gustaba mucho comer. Era mi forma de liberarme de la ansiedad del día y me ponía de buen humor. Por lo tanto, el asunto de las ensaladas no me hizo ninguna gracia así que traté de no cumplirlo. El paso uno del tutorial se me antojaba un infierno y, si el resto resultaba ser igual, mucho me temía que iba a tener que ponerme enfermo de cara a Viernes para evitar quedar con Jung Kook.

Hasta pensé en comerme un cacahuete y todo. Me dan alergia. Si los tomaba, me hincharía la cara, me tocaría ir a Urgencias y asunto arreglado. Habría puesto punto y final a la pesadilla sin tener que privarme de comer ni de morirme de los nervios y seguiré amando a Jung Kook desde la distancia, como siempre había hecho. Además, no tenía sentido intentar nada. Era feo y bobalicón.

Eso me dije al repasar la máquina expendedora de snack, situada junto a la puerta del instituto, mientras eché las monedas y revisé, con mi indecisión habitual, el repertorio a elegir.

Pan de chocolate. Pan de crema. Pan de fresa. Sándwich. No, ese no. Ensalada menos, que es pasto. ¿Muesli quizás?

Pan de chocolate. Me gustaba el chocolate. Pan de crema. Amaba ese relleno. Pan de fresa. También lo adoraba.

Pan de chocolate. Pan de crema. Pan de...

El clip al número de la ensalada me dejó los ojos como dos platos. ¡Noooooooo! ¡Mi dinerooooo! ¡Yo quería un pan! ¡Un pan!

—Te dije que tenías que comer con clase. —El comentario de Yoon Gi me sentó peor que una patada en el estómago—. ¿Qué haces mirando bollería indigesta que solo te va a pringar la boca de azúcar? ¿No se supone que tenemos que ponerte divino, bello y exitoso?

Me giré hacia él con toda la hosquedad del mundo. Una hosquedad que se multiplicó por mil en el instante en que Yoon Gi se agachó al cajón, cogió el envase y me lo depositó entre las manos, con la mejor de las sonrisas.

—Aquí tienes, triunfador.

—Creo que voy a poner fin a nuestra amistad en este momento. —Arrugué la nariz.

—¿Por qué si lo que estabas haciendo era un juego de malabares mentales, inclinado sobre el cristal con todo el culo hacia fuera, en una pose anti estética como pocas?

—¿Me estás dando a entender que mi postura era ridícula?

—Un poco. —Me palmoteó en el hombro—. Pero no te apures, que no tiene nada que ver con tu cuerpo —aclaró—. Eres muy guapo y, al contrario de lo que piensas, tu físico es muy atractivo.

Ya, claro.

—Por favor, no me tomes el pelo.

—No lo hago —insistió—. El problema es que no sabes verte de verdad. Esa es la tarea que vamos a empezar a tratar con el paso dos del tutorial.

¿Paso dos?

No, me negaba. Ya tenía bastante con el "come con clase" como para que ahora me viniera con un "posa con clase". De hecho, podría haberle tirado el bol de la dichosa ensalada a la cabeza y tan contento que me habría quedado. Sin embargo, mi mente colapsó por completo porque detectó a Jung Kook en la entrada, con su mochila a la espalda, una camiseta de manga corta que le quedaba a las mil maravillas, su peinado hacia atrás de infarto y...

Un momento, ¿se acercaba a nosotros?

Oh, no. Hora de huir. De escabullirse por el baño o por dónde fuera. De meterse bajo tierra. De desparecer.

—¿A dónde vas? —Yoon Gi me agarró de la chaqueta y me impidió moverme—. Alto, que viene el hombre de tus sueños y hay que saludarle. —Se dirigió a él—. ¡Hola, Jung Kook! ¿Cómo estás?

TUTORIAL ANTI-RECHAZOS  《YoonMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora