Paso 6: ¿No completado?

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Pasé medio día mirando la pizarra sin leer lo que los profesores mostraban y el otro medio escribiendo en el cuaderno de coreano las reflexiones que se me venían a la cabeza. Me sentía abrumado. Colapsado. Impactado. Asustado. Y muy nervioso también.

"Estoy histérico" anoté. "Me he dado cuenta de que estoy enamorado de Yoon Gi y aún no entiendo ni cómo ni cuándo ha pasado".

Levanté la cabeza de las letras. La clase seguía su curso y mi amigo, por una vez, parecía estar prestando atención. Su sola imagen hizo que me ardieran las mejillas.

"Diría que es un sentimiento genial porque él es genial. Me siento flotar. Me emociono cada vez que me mira".

Volví a observarle, esta vez de reojo. Había cambiado de posición y su rostro rastreaba la zona de la ventana, en donde se encontraba el reloj.

"Me gusta muchísimo" concluí. "Pero no sé si se lo debo decir. Me aterra que sea unilateral, salga espantado y le pierda. No lo superaría jamás. A fin de cuentas, es mi persona especial e infaltable. Entonces, ¿qué hago? ¿Me lo trago? ¿Me aferro a Jung Kook, por si ocurre un milagro, y se me pasa? No, no creo que vaya a poder".

El timbre de la hora del descanso pitó. El trasiego de sillas, risas y prisas por salir me rodeó. Yoon Gi se giró hacia mí. Sus pupilas se posaron en mi libreta. ¡Oh, no!

—Me voy a limpiar el gimnasio. —La cerré de un golpetazo y me levanté—. Es mejor ahora que luego, que se hará tarde. —Las palabras se me agolparon—. A mi madre le disgusta que regrese a casa de noche. —Arrastré todo lo que tenía sobre la mesa dentro de la mochila, sin orden—. Sí, a mí tampoco me gusta caminar con las calles a oscuras. Y menos con frío, no.

—¿Qué te pasa? —Yoon Gi arqueó la ceja—. ¿No se suponía que ibas a hacer el paso seis del tutorial ahora?

—No hace falta que me acompañes —evadí sus preguntas—. Ve a comer algo con Hobi y con Tae. Luego nos vemos.

Me encaminé, como si me persiguieran los mismos demonios, hacia la puerta. Rápido, venga. Afuera. Vam...

—A ver, cálmate, Mimi, que parece que te va a dar un ataque cardíaco.

Yoon Gi me tiró de la mochila hacia atrás. Mi anhelada salida quedó ahí, a lo lejos.

—¿Estás asustado por el asunto del beso? —Sus ojos me escudriñaron—. Te has puesto rojo.

—Pues...

Evidentemente. Si me observaba tan de cerca, ¿cómo se suponía que tenía que ponerme? De verdad; qué desastre.

—Si no te crees preparado, no te obligues —continuó, ajeno a mi pulso acelerado—. Dile que necesitas ir más despacio. Es un perfeccionista exigente pero le tienes comiendo de tu mano. Lo entenderá.

Ajá.

—Pensaré con detenimiento en ello mientras friego y recojo pelotas y zapatillas. —Retomé mi huida—. Luego te cuento.

No esperé respuesta. Si lo hacía mi corazón estaría perdido y lo último que quería era estar con él sin haberme tranquilizado del todo primero. No todos los días uno se descubría enamorado de su amigo de toda la vida. Tenía que meditar muy bien lo que hacer.

Volé por pasillo cual bala de cañón de película de piratas. Me topé con Tae Hyung. Me dijo algo que no me paré a escuchar. Torcí hacia el claustro de la izquierda. Detecté a Jung Kook en la máquina que vende los pastos. Frené en seco, claro. Andaba distraído mirando las teclas de las opciones así que me tocó pasar por detrás de él, de puntillas y a cámara muy lenta.

TUTORIAL ANTI-RECHAZOS  《YoonMin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora