𝖢𝖺𝗆𝗂𝗇𝗈𝗌 𝖳𝗋𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗌『Bʀᴏʟʏ x Kᴀʟᴇ』

11. Domíname

Capítulo Once.

Kale.

El maldito aguacero no cesa, me tiene la ropa y el cabello empapado, los dedos arrugados y temblando del frío.

Broly, Vegeta y Goku andan nomás de tranquilos, cómo si no fuésemos a pescar un resfriado.

—¿A dónde se fueron los chivos?

Goku, Broly y yo ponemos cara de: ¿Pero qué mierda? ante la pregunta tan imbécil de Vegeta.

—Si supiera no les estaría pidiendo ayuda a los tres. —Contesta Goku con obviedad.

—Sólo preguntaba.

—Goku. —Llamo al peli palmera y todos clavan los ojos sobre mí cómo si los hubiese llamado a todos— ¿A dónde irías si fueras un chivo?

—¿Tú le preguntas eso a Kakarotto sabiendo lo pendejo qué es? —Reprende Vegeta.

—Tampoco lo llames así. —Broly da un salto hacia atrás cuándo le volteo la cara al peli flama con una cachetada— Y por si no lo sabías, Goku tiene quién lo defienda.

—Kale, te adoro. —Goku forma un corazón con sus dedos.

—¡Lo que tienes de linda lo tienes de agresiva! —Me dice Vegeta y me encojo de hombros— Busca medicación, ¡Estás enferma!

—¡Bueno, ya! —Broly se mete entre el medio de los dos— No estoy de humor para verlos darse coñazos. Mejor enfoquemos, debemos encontrar esos malditos chivos antes de que la señora Hikari llegue.

—El brócoli tiene toda la razón. —Habla Goku, sin saber que camino tomar para iniciar con la búsqueda— Yo, supongo que deberíamos ir por el lado izquierdo de la hacienda...

—Ya veo, —Lo interrumpe Vegeta— entonces iré por el derecho. Tus suposiciones siempre ponen en peligro la vida de todos.

Vegeta se encamina hacia el lado que mencionó anteriormente y Broly va detrás de él.

—¡Malditos, ojalá les salga el demonio! —Les grito.

Me pego cómo garrapata en el brazo de Goku y ambos nos vamos hacia el lado izquierdo de la hacienda.

—Kalecita, tengo que contarte algo.

—¿Qué?

—Fue mi culpa el hecho de que los chivos huyeran. —Nos detenemos a mitad de camino— Me entretuve viéndole las piernas a Milk cuando ella estaba saltando agua y olvidé cerrar el corral. ¡Pero fue sin culpa!

—¡Goku, pero que pendejo eres! —Le palmeo el brazo— Vegeta y Broly te matarán si se llegasen a enterar.

—Lo sé, por eso te lo cuento a ti, porque sé que tu lengua es una tumba. —Me siento halagada con el comentario— Este secreto quedará entre los dos ¿Vale?

Asiento y retomamos la caminata.

—También tengo que contarte un secreto.

—Soy todo oídos para ti. —Goku se frota las manos emocionado— Suelta la sopa.

—Tuve relaciones sexuales con Broly anoche.

—Ah, eso. —Dice cómo si nada— Yo pensé que era otra cosa.

—¿Cómo qué “Ah, eso”? —Pregunto indignada— ¿No te das cuenta de lo delicado que es ese tema?

—Lo veía venir. Broly te gusta y él gusta de ti...

—¡Goku! —Lo agarro de los hombros— ¡En que idioma te explico que me acosté con Broly, y si fuera poco, estando ebria!

—¡¿Y cómo te explico que lo veía venir?! —Él me toma de las mejillas— Y dime... ¿Se cuidaron?