13. Misión imposible

94 10 164
                                    

Capítulo Trece.

Kale.

Agilizo la tarea de maquillarme cuándo el cabron de Broly empieza a pitar cómo loco el Jeep.

Busco mi bolso y meto dentro de él la billetera, bronceador, gafas para el sol y el iPhone.

Me echo perfume detrás de la oreja por si Broly me besa, por si me abraza o por si se pasa.

—¡¿Vas a bajar o tengo qué subir por ti?! —Grita enojado desde abajo.

—¡Ay, ya voy! —Le contesto en el mismo tono— Ya ni siquiera me puedo arreglar a gusto.

Salgo casi corriendo y ubico a Broly y a mi tía. Ella está dándole algunas indicaciones mientras que él sólo asiente.

No tengo la más mínima idea para dónde vamos, mi tía me agarró de golpe y me dijo que acompañará a Broly para tal parte y ya.

Y podría jurar que por poco no reconozco al peón de confianza de mi tía, puesto a que Broly luce ropa de civil, gafas de sol y una chaqueta de cuero marrón.

Es más, me ha bajoneado el autoestima con su outfit. Mientras que el mío consta de un humilde vaquero ancho, un crop top dorado que deja al descubierto el piercing que tengo en el ombligo y unos Converse.

—Casi que no. —Se queja el moreno cuando me ve— Estaba a punto de llamar a Goku para que viniera con el machete a cortarme las raíces que me han salido en los pies.

Mi tía suelta a reír mientras que yo lo aniquilo con la mirada, Broly se pasa con sus estupideces.

—Broly, ten mucho cuidado con mi sobrina. —Mi tía pasa uno de sus brazos por mis hombros— Cuídala mucho y conduce con cuidado por esa carretera.

—Conmigo, tu sobrina siempre está en buenas manos. —Sonríe él y lo miro con cara de: ¿A poco sí tilín?

—Nos vemos luego, linda. —Me besa la frente la hermana de mi mamá— Tampoco seas grosera con Broly.

Asiento para que esté tranquila, seguidamente se le acerca al moreno y lo abraza mientras le susurra algo al oído.

—¡Yo conduzco! —Le arrebato las llaves a Broly cuándo mi tía entra a la casa.

—Pero...

Corro al Jeep color canario y entro seguida del moreno e inhalo el delicioso olor a cuero.

—¡Dios! —Paso las manos por el volante— ¡Este bebé hoy sabrá que es rugir esos motores!

Inserto la llave y el rugir del motor me pone a vibrar el corazón.

—Me siento cómo Daniela; la hija de la diabla de la novela Sin Senos Sí Hay Paraíso. —Sonrío cómo estúpida— ¡Ella tenía uno de estos!

—Sólo procura no matarnos de aquí al pueblo y por tu bien no le vayas a hacer un sólo rayón.

—¡Me vale verga! —Me coloco en cinturón de seguridad y Broly hace lo mismo.

Hundo el acelerador cuando estamos a una lejanía moderada de la hacienda. El viento me agita el cabello mientras Bitch Better Have My Money de Rihanna suena en el estéreo.

—¡Wey, mi canción! —Grito mientras me pongo a cantarla a todo pulmón.

Le subo el volumen al estéreo, Broly me mira cómo si yo fuese una loca y somos el centro de atención cuándo entramos al pueblo.

—¿Y qué vinimos a hacer en este pueblo maluco? —Pregunto mientras busco un sitio para estacionarme.

—¿Ves la iglesia de allá? —Señala Broly y llevo la vista al lugar que señala con el índice. Asiento— Pues, fíjate que ahí es dónde nos casaremos pronto.

𝖢𝖺𝗆𝗂𝗇𝗈𝗌 𝖳𝗋𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗌『Bʀᴏʟʏ x Kᴀʟᴇ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora