31. Cobarde

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Capítulo Treinta y uno.

Días después...

Tipo de narrador: Omnisciente.

Una de las cosas que más hacía falta en la hacienda, eran los gritos de Broly dándole órdenes a todo el mundo como si fuese el patrón.

Ni Hikari que era la patrona gritaba tanto como ese maldito negro.

Pero en estos últimos días, de cierta forma los peones sentían paz y podían trabajar sin que nadie les estuviese gritando a toda hora gracias a que Broly se encontraba guardando reposo por su enfermedad”.

Ya le habían hecho exámenes de sangre y estos apuntaban a que el moreno no tenía nada, pero sus malestares seguían ahí.

—¡Broly sólo está fingiendo, patrona! —refutó Goku— Está fingiendo estar enfermo para ganarse lo mismo que ganamos nosotros, pero sin hacer nada.

Ya Goku no toleraba ver a Broly echado como mierda en una cama sin hacer nada. Mientras que él trabajaba arduamente, Broly también recibía su paga sin hacer nada gracias a la incapacidad.

Kale no pudo evitar reír, le parecía tierno ver a su amigo alegando por igualdad.

—Ahí no puedo hacer nada, Goku. Broly tiene algo y hay que seguir haciéndole exámenes para saber qué tiene... —Hikari fué interrumpida al instante por el depresivo.

—Broly únicamente tiene una fiebrecita, vómitos y mareos, sólo denle una acetaminofén y verán como se levanta de esa cama.

La mayor no pudo evitar carcajear, Goku era insoportable cuando se lo proponía.

—Aunque no creo que Broly quiera tomar algo para sentirse mejor, anoche nos dijo que fuésemos cortando el árbol con el que se hará su ataúd. —Goku se cruzó de brazos— Y me he dado cuenta de que nosotros los hombres somos unos débiles, nos da una simple fiebre y ya pedimos que preparen todo para nuestro velorio.

La morena y su tía soltaron la carcajada, verdaderamente Goku le alegraba la vida a cualquiera.

A Kale le sorprendía la capacidad que tenía el peli palmera de ocultar la depresión que posiblemente lo acompañaría hasta el último día de su vida.

Y cualquiera se atrevería a deducir que Goku no estaba atravesando por nada por lo feliz que se le veía a cada nada.

Pero nadie sabía que detrás de esa felicidad, se ocultaba una gran tristeza que a veces el peli palmera quería acabar con ella quitándose la vida.

Pero ahora que se convertiría en papá, tenía una razón para vivir y luchar en este mundo de porquería.

Goku e Hikari salieron de la habitación donde se encontraba Broly acostado y ardiendo en fiebre.

La prueba de embarazo que se hizo Kale apuntó que estaba embarazada del hombre que pareciese que se fuese a morir por la manera en la que se le ve quejándose en la cama.

Los exámenes de sangre que también se realizó a escondidas se lo confirmó y le hicieron una ecografía que le mostró como estaba su feto y según la obstetra; todo estaba bien.

La morena se acuesta al borde de la cama queriendo hacerle compañía a Broly en silencio, pero el cansancio le gana y queda dormida, pero luego de una hora el movimiento del colchón la obliga a despertar, encontrando a Broly respirando mal.

—Broly... —intenta llamarlo y al tomarle la mano siente que está frío y tiene el pulso a mil— Broly, ¿qué tienes?

El moreno no responde ya que las náuseas lo obligan a voltearse sobre la cama para vomitar en el piso.

𝖢𝖺𝗆𝗂𝗇𝗈𝗌 𝖳𝗋𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗌『Bʀᴏʟʏ x Kᴀʟᴇ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora