𝖢𝖺𝗆𝗂𝗇𝗈𝗌 𝖳𝗋𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗌『Bʀᴏʟʏ x Kᴀʟᴇ』

20. Inefable

Inefable: Algo tan increíble que no puede ser expresado con palabras.

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Capítulo Veinte.

Broly

Mi mano no suelta la de Kale mientras caminamos. La brisa fría de la noche me eriza la piel cuando me recorre el cuerpo, agitándome el cabello.

Miro por encima de mi hombro confundido cuando de la nada Kale deja de caminar y se queda estática

—¿Qué pasa?

—Algo está brillando allá. —Señala un punto de la oscuridad— Broly, llévame devuelta a la hacienda; tengo miedo y cuando tengo miedo me estreso, y si me estreso puede darme la narcolepsia.

Alumbro con la linterna el lugar donde la morena señaló y ella tiene razón; algo brilla. Achino los ojos y logro captar un par de ojos de gato.

—¡Bah! —Lo llamo enojado— ¡Hijo de tu gata madre!

Kale viene detrás de mí apurada cuando me alejo de ella. Camino entre el monte alto en busca del gato que ha estado desaparecido desde hace más de nueve días.

—Maldito, no tienes idea de cuánta falta me haz hecho. —Lo alzo y él se acurruca en mi mejilla, haciéndome cosquillas con su pelaje— Mira Kale, te presento a Bah; un gato que le robé al dueño de la finca de al lado.

—¿De la finca dónde nos persiguieron las cinco perras pittbulls?

Me echo a reír de tan solo recordar la adrenalina que me recorrió el cuerpo en medio de la persecución.

—Ajá.

Kale me pide que le entregue el gato y se lo doy.

—¿Por qué está verde? — Pregunta cuando volvemos a retomar la caminata.

—Él era blanco con manchas negras, pero un día se desapareció y cuando volvió estaba así de verde a causa de alguna pintura para máquinas. —Contesto mientras ilumino el camino con la luz de la linterna— Lo llevé al veterinario para ver si se le podía quitar esa pintura tan fea y me dijeron que no.

Kale se ríe.

—¿Y por qué no lo había visto en la hacienda?

—Porque ha estado desaparecido desde antes de que tú llegaras. Lo más seguro es que por ahí ande una gata en celo y Bah con lo hormonal que es se la esté apareando.

—¿Y por qué no lo haz castrado? —Me regaña Kale.

—¿Y por qué le voy a mochar sus bolitas?

—Para que no ande preñando gatas ¿Para qué más? —Contesta con obviedad— Yo tengo tres gatos, y todos tres están castrados. Castrados se ven más bonito y no andan de callejeros.

No digo más nada para no terminar en discusión con ella.

—¿Y a dónde vamos?

—Vamos a ver algo fenomenal. —Contesto

Ella se adelanta y termino iluminandole la espalda en vez del camino.

—Por acá. —La tomo de la mano y caminamos entre la maleza, aparto varios arbustos y Kale se queda quieta al contemplar la hermosa vista que proporciona el lugar.

—¡Pero que bonita vista! —Corre a la orilla del precipicio.

Desde este punto tienes una vista maravillosa del pueblo en medio de la noche. Me deshago de la mochila y empiezo a sacar lo que traigo; una manta, un termo con café, dos tazas, malvaviscos y frutas.