Prólogo.

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Tienes un gran futuro por delante. —Aseguró amorosamente aquella adulta mayor que había formado gran parte de la infancia del joven de alborotado cabello castaño; apretando sutilmente la mejilla del pequeño niño quien no pudo evitar sonreír como respuesta.— No dejes que los prejuicios de los demás te afecten, estoy segura de que serás un gran músico algún día.

¿Tú crees? —Preguntó con entusiasmo, acompañado de un adorable brillo en su mirada.

No lo creo, lo sé. —Volvió a asegurar.— Eres un chico con mucho talento, el que te diga lo contrario es un bobo. —Emitió una pequeña risita, agachándose lo suficiente como para abrochar los cordones del pequeño niño.— Solo... Debes tener mucho cuidado de a quien le abres las puertas a tu corazón, en el mundo hay mucha gente con malas intenciones, sin embargo, también hay gente pura que te hará bien.

Ay, bábushka. —Negó con un movimiento de cabeza.— Sé que teniéndote a mi lado no podrá pasarme algo malo, así que no es necesario que me des esa charla de nuevo.

Riendo nuevamente, la anciana mujer de amorosos gestos asintió con empatía, había visto a Tabi llegar a aquel orfanato cuando apenas tenía días de vida, era imposible para ella romperle el corazón con la verdad del ciclo de la vida, ella no estaría con él para siempre, pero mientras Dios se lo permitiera, acompañaría a ese pequeño ser de luz a donde él quiera, después de todo, ese jovencito había llegado a darle brillo a su vacía vida, era lo menos que podía hacer.

Pero, ¿qué pasa cuando esa luz se apaga?, cuando no hay más brillo para ti mismo ¿quién te extendería la mano para brindarte un poco de su luz?

Es como lo dijiste, bábushka. —Dijo el ronco hombre calavera.— La gente es muy cruel. —Murmuró.

¡Oye, Tabs! —Se oyó gritar desde fuera de su hogar, seguido por una irritante bocina que de seguro molestaría a los vecinos, tal y como siempre.— ¡Vamos, hombre!

Al menos encontré a gente buena ahora. —Hizo una pausa, oyendo nuevamente la voz de su mejor amigo que le llamaba.— Algún día te lo presentaré a él... Al menos, cuando tenga la valentía de dar el siguiente paso. —Agregó en voz baja, suspirando con sutileza antes de levantarse de su sofá. Dejando un acogedor aroma emitido por un incienso frente a la vieja fotografía de aquella mujer mayor que le enseñó tanto en sus años de juventud.— ¡Ya voy, carajo, deja de tocar esa bocina! —Exclamó azotando la puerta, encaminándose al vehículo donde sus amigos le esperaban.

Con una amplia sonrisa, Agoti regresó al asiento trasero, recibiendo una palmada en la rodilla por parte del conductor, quien en esta oportunidad, era Aldryx.

El asiento de copiloto estaba ocupado por Sunday, así que se fue directamente a la otra opción, abriendo la puerta de los puestos traseros, Tabi observó cómo Ayana, Agoti y el malhumorado hombre bomba junto a su novia estaban ocupando los asientos de atrás, bastante apretados a decir verdad, pero aún así trataron de hacerle espacio, aunque fue inútil porque por más que se aprieten no cabía ni una alma más ahí.

¿Y dónde quieren que vaya?, ¿en el maletero?

En tu asiento favorito. —Respondió el demonio de la piel mestiza con su típico tono bromista, posteriormente dio palmadas sobre su regazo.

En silencio, el ruso dirigió su mirada a Aldryx, quien simplemente levantó sus hombros como respuesta, era eso, o enserio irse en el maletero, sinceramente... Prefería el maletero.
Se propuso cerrar la puerta, pero sintiendo el jalón que le proporcionó su mejor amigo no tuvo más opción que ceder.
Acomodándose sobre el regazo de ese inquieto chico, se tensó parcialmente al sentir como sus brazos rodeaban su cintura. Aunque para el más joven no fue extraño a él le hacía sentir enormemente incómodo, principalmente por ciertas dudas que llevaban días haciéndole divagar sobre algo, algo que, bueno, ya todos sabemos.

La cuestión ahora era... ¿Algún día estaría listo para darse segundas oportunidades?, ¿podría permitirse amar y ser amado nuevamente? No quería salir lastimado, quería estar listo, quería ser normal, pero... Estaba estancado desde hace mucho tiempo.

...No era lo suficientemente fuerte...

Lɪɢʜᴛ Sʜᴏᴡᴇʀ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora