12

210 21 14
                                    

Los días transcurrieron con tranquilidad, al menos así era para el digidevil, quien completamente victorioso volvió a casa con un enorme éxito por detrás. Sonriente por su triunfo y gran regreso, pero agotado mental y emocionalmente fuera de cualquier cámara, y ahora se encontraba en uno de esos precisos momentos de debilidad.

Maldito cerebro inútil. —Dijo por quinta vez mientras golpeaba su frente sobre la mesa.

El bloqueo creativo últimamente le estaba afectando demasiado, no se sentía el mismo, aunque no piensen mal, amaba lo que hacía, solo que... Ya no tenía temas los cuales tratar, parecía que ya había sacado todo tema pendiente de su cabeza, tal vez debió usar esa inspiración para crear varias canciones buenas y no pocas canciones míticas.

¡Agh, maldita sea! —Arrancó la hoja y la tiro a un lado.— ¡Ni para hacer lo que amo soy bueno! —Jaló de su propio cabello.

Reclinándose en su asiento, sintió que la impotencia comenzaba a atormentarle en exceso, se tomaba personal cada uno de estos retrasos, eran una pérdida de tiempo y dinero, si pudiera generar más ideas, si pudiera sentir algo nuevo, si pudiera... Servir para algo. Necesitaba contenido, pero ¿sobre qué podía escribir ahora?

Recogiendo su bolígrafo sobre su mesa, sostuvo su mejilla sobre su palma, divisando su hoja vacía mientras que su otra mano removía dicho lápiz entre sus dedos, golpeteando sus extremos sobre el papel mientras trataba de pensar. Uno de los mencionados golpeteos causó que la punta de dicho bolígrafo emitiera un gran manchón de tinta, haciendo que el joven se tensara pensando que había manchado su ropa de pijama, pero se alivió al notar que no fue así.

Todo mal... —Buscó el papel higiénico que siempre tenía en su escritorio.

"Brr, brr" se oyó sobre la mesa, haciendo que su mirada fuera rápidamente en esa dirección. Su teléfono había vibrado en el momento perfecto, ya que todo estaba saliéndose mal y necesitaba distraerse un poco.

Recogiendo aquel aparato, se dio un merecido descanso, reclinándose nuevamente con la silla para así alzar sus cejas ante una notificación en específico, una que tal vez estuvo esperando por más tiempo del que debería.

_Tbs.Homsky1. Ese chico había estado viendo cada una de sus publicaciones nuevas, cada una de sus historias, y sospechaba que también había agregado algunas de sus canciones a su playlist en Spotify, seguía sin comprender de dónde había salido un muchacho así de dedicado, pero le agradaba la idea de tener a alguien por detrás en sus redes sociales. Sonriendo un poco, ver que sus historias habían sido marcadas con un corazón por parte de ese desconocido, no tardó mucho en sentirse algo bobo, no entendía porque le llamaba tanto la atención, ni siquiera lo conocía, pero quería hacerlo.

Levantándose de su asiento, caminó hasta su cama, recostándose boca abajo sobre esta, reposando sus codos sobre la superficie del colchón y así poder mirar su teléfono frente a su rostro mientras sus piernas se movían y balanceaban de arriba a abajo. Tal vez estaba obsesionado, pero ¿por qué?, ¿solo por la apariencia de ese desconocido? Es que lucía tan genial, y solo tenía acceso a su foto de perfil, ya que ese usuario ni siquiera publicaba fotos o videos. Entrando a su cuenta una vez más, trató de cargar el contenido de dicho perfil, pero no había nada, seguía tan vacío como siempre, solo con esa bio tonta donde se podía ver un "Me gustan los gatos" y una confusa bandera de color rosa, púrpura y azul, ¿qué país esa ese? Demonios. Que raro.

Ladeando su cabeza, al cargar nuevamente el perfil del muchacho con la esperanza de encontrar algo nuevo, se sintió como en ese círculo vicioso donde abres la nevera una y otra vez con la esperanza de encontrar comida en una de esas oportunidades, pero era obvio, nada sucedería, o al menos eso creía. El aro de colores claros alrededor de la foto de perfil de su seguidor se hizo ver, y tuvo que hacer una pausa para apenas darse cuenta de ello.

Lɪɢʜᴛ Sʜᴏᴡᴇʀ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora