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Mirando el techo de aquel cuarto de hotel en completa oscuridad, Tabi mantenía sus propios dedos entrelazados sobre su abdomen, no había podido cerrar los ojos en toda la noche, y por primera vez en un año no era por miedo o ansiedad, sino por la adrenalina que recorría su cuerpo. El evento había comenzado luego de las 23:50hrs, y terminó cerca de las 04:00am, actualmente eran las 7 de la mañana, y no había podido descansar ni un poco, aunque eso no le hacía sentir cansado.

Mirando en dirección de la otra cama individual en la cual dormía su amiga, Tabi se acomodó sobre su propio costado para mirarla, tenía ganas de hablar, necesitaba hablar.

Ayana. —Susurró de forma insistente hasta que consiguió despertarla.

Mmm. —Emitió la chica, girando en su dirección con algo de somnolencia.— ¿Qué pasa?

No puedo dormir.

¿Por qué no?

No puedo dejar de pensar en el concierto, estuvo genial.

Jaja, sabía que te gustaría. —Se rió de forma torpe, acomodándose correctamente para así verle con una sonrisa.— ¿Ves? A veces solo debes darle una oportunidad a las cosas nuevas.

Sí, es que... Soy algo cerrado a veces, pero intento cambiar eso.

Lo entiendo, Tabs. Debiste pasar por cosas horribles, cuando te conocí me daba la impresión de que querías matarte.

Lo pensé. —Miró nuevamente al techo, dolido por sus propias palabras.— La verdad lo pensé mucho...

Relamiéndose sus labios secos, Tabi sintió como algo de angustia se avecinaba en el, pero ahora al estar acompañado no era tan devastador. Quería contar más sobre él, pero ¿Ayana estaría de acuerdo en oírle? No era la mejor hora para hablar de esas cosas, ya la había molestado lo suficiente.

¿Quieres decir algo más? —Preguntó la muchacha sacándole de sus pensamientos.— Nunca habías estado tan hablador, me da la impresión de que quieres decir algo.

Me leíste correctamente.

Entonces adelante. —Estiró su almohada y luego apoyó su cabeza en ella.— Te escucho.

Suspirando, Tabi re-analizó su monólogo, el tema sobre su trauma había pasado tantas veces en su cabeza, buscó tantas oportunidades para obtener ayuda y contar lo que le ocurrió, pero simplemente... Ese nudo en su garganta se lo impedía, tal vez contarlo TODO no era una necesidad, podría vivir con eso, no quería someterse a la humillación de que alguien reconozca lo idiota que fue en el pasado.

Perdí a muchas personas en un corto periodo de tiempo, tengo problemas de confianza por una traición que aún siento muy fresca, y me... Me siento inseguro conmigo mismo. Quiero decir, antes las personas volteaban a verme en la calle, ¿sabes? Era un chico guapo, simpático, y... claro, estaba en la universidad, pero de pronto todo eso se me fue arrebatado, y me hace sentir impotente porque luché toda mi vida para conseguir llegar a ese punto, y solo por capricho de una familia de demonios fui maldecido. —Sintió que su voz se entrecortaba, habían algunas cosas de eso que Ayana sabía, pero no lo sabía todo, y tampoco lo conocería pronto.— Me siento mal porque... Le había prometido a mi abuela ser feliz y cuidadoso y... Aquí estoy... Fui traicionado por una persona que amaba y... Ja... Ahora ni siquiera puedo abrirme un perfil con mi verdadera identidad, me da miedo, temo constantemente, pero lo gracioso es que ni siquiera se a qué le tengo tanto miedo. Solo.... Pasa.

Debe ser horrible. —Habló Ayana, y en esta oportunidad su expresión se veía seria.— Lamento mucho que hayas tenido que pasar por todo eso, sí te hace sentir mejor estoy aquí para ti.

Lɪɢʜᴛ Sʜᴏᴡᴇʀ -[Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora