IX

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Binghe se acurrucó cerca de Shen Qingqiu ¡oh, era tan alto incluso sentado y distinguido! Y bostezó levantando su brazo izquierdo para dejarlo caer sobre la espalda del mayor.

-¿Y bien? ¿en qué estábamos?

-Bebé, tú no puedes tomar té con los adultos. Vete a jugar, tengo que hablar con Shen Qingqiu -su madre intentó echarlo pensando en cuántas excusas para convencer a Shen Qingqiu que Tianlang Jun era un esposo amoroso y un padre devoto que jamás haría daño a un humano.

-Mamá, no me interrumpas cuando estoy ligando.

-¡Su Binghe Jun, vete a tu cuarto ahora!

Binghe reprimió un sollozo, quería verse muy valiente frente al invitado 

-Está bien, mamá, te voy a hacer caso solo para que Shen Qingqiu sepa que ya estoy domesticado. Con permiso, me voy a mi cuarto a trabajar en mis juguetes. Soy un emprendedor.

Y se marchó, no sin antes llevarse el periódico de "El Celestial informado" y una taza de té a sus aposentos.

-Shen-shixiong, mis disculpas, a mi hijo le gusta hacer bromas, no es nada personal ¿a qué se debe tu visita?

-Yo no te estaba visitando, Binghe me dijo mientras veníamos  que ustedes lo golpeaban tres veces al día y me pidió que lo tomara como discípulo sin decirte nada. Iba a arrojarlo a tu puerta y regresar por donde vine pero no puedo pasar por alto esta infracción. Su XiYan, si vuelves a golpear a ese niño, te llevaré a las autoridades.

Su Xiyan saltó de su lugar, presa del pánico.

-Nadie lo golpea, ya te dije que él hace bromas. Las hace todo el tiempo, ya estamos acostumbrados. Sabes que Zhuzhi jamás permitiría un acto de injusticia sobre mi hijo.

Shen Qingqiu la fulminó con la mirada, ¿esta era la brava discípula principal de Huan Hua, promesa de leyenda e inspiración para las futuras generaciones? ¿qué hacía con un delantal fungiendo su papel de ama de casa si estaba casada con un emperador demonio? Algo aquí no cuadraba. 

-¡¿Dónde está Binghe?! -Tianlang Jun se asomó todo el rostro marcado por una ira  asesina.

¡Ajá!


-Tianlang, tenemos visita, comportate...

Su Xiyan se paró para llamar su atención sobre la presencia de Shen Qingqiu en la sala pero el demonio estaba bastante exasperado para escucharla. Ya podía caminar mejor a pesar de las vendas que todavía sobresalían por sus pantorrillas.

-Binghe le dijo a Zhuzhi que MoBei Jun padre quería azotar a Shen Qingqiu, ¡hizo que los ejércitos se levantaran para pelear! Vengo de hablar con Yue Qingyuan y me pidió que detenga esta declaración de guerra demoníaca que yo alenté, QUE YO ALENTÉ.

-Tianlang Jun, -Shen Qingqiu gritó "bingo" en su mente -esta es toda la confesión que necesitaba escuchar.

-¿Qué hace Shen Qingqiu en nuestra casa?  Xiyan, ¿de qué lado estás?

-¿Hay un lado? -ella restregó, nerviosa, su delantal de lotos blancos.

Binghe saltó en medio de los presentes con su cuchillo tumbero, presto al ataque.

-¡Mamá, escuché que va a haber una guerra! ¿Puedo pelear junto a Shen Qingqiu? Prometo portarme bien.

.........

Zhuzhi no había perdido el tiempo, conociendo la estrategia principal de Tianlang Jun primero intentaría un canal de diálogo con MoBei Jun antes de pasar a siguiente fase de acción: suprimir sus poderes de hielo y atraparlo en un limbo para negociar. Como demonio celestial estaba embuido de poderes y fuerza física superior pero había echado a perder los últimos años de ejercicio entreteniendose con lecturas banales y novelas de dudosa reputación.

Zhuzhi se paró frente a MoBei Jun y se enroscó sobre su lado izquierdo.

-Detente -susurró -No quieres hacer esto...

-¿Qué cosa? -preguntó el otro. Había estado muy ocupado planeando la concepción de un segundo hijo por si el primero moría a causa de Linguang Jun.

-Los humanos han tratado muy bien a tu heredero, incluso le enseñaron a calcular con fracciones.

Eso había sido cierto pero también le habían dado un coscorrón por faltar el respeto a Shang Qinghua. MoBei junior quería saber si el cultivador era hombre o mujer y revisó debajo de la costura del hanfu a ver si tenía bulto.

-¿Y eso como para qué? -le habían gritado pero MoBei junior se negó a responder. Luego estuvo muy malhumorado arrojando el pincel a todas partes y sacando las garras para asustar a los discípulos de An Ding. Sólo se calmó cuando el mismo Shang Qinghua regresó y lo jaló de las orejas para que limpiara el reguero de tinta que había esparcido por el suelo.

Zhuzhi se quedó pensando en estas cosas tanto tiempo que MoBei Jun aprovechó para escapar y encerrarse con su esposa dentro de un nido de hormigas carnívoras a las que eran inmunes.

Zhuzhi pensó que el sexo entre demonios de hielo debía ser una de las cosas más repugnantes del mundo antiguo pero no los juzgó. El tío le había encomendado convencer a MoBei Jun de no atacar Cang Qiong y eso es lo que haría en cuanto el demonio albino se desocupara.

-Perdón ¿cuánto dura el coito entre los demonios de hielo? -le preguntó a un guardia. Éste lo miró curioso pero no supo responderle. Zhuzhi no se molestó, sabía que sus ojos amarillos eran cautivantes. Él solo quería una respuesta.

-¿Pueden ser dos horas, dos días o tres semanas?

El guardia asintió pero tampoco aclaró más. Zhuzhi pensó en un solo lugar donde le gustaría estar más que este.

Bai Zhan.

Ah, ya debía dejar de pensar en eso y en él. Solo habían peleado una vez, por Dianxia, se veía tan patético que reprimió morderse a sí mismo ¿qué pensarían estos energúmenos de los demonios celestiales si hiciera tal cosa? Serían el hazmerreir de los clanes demoniacos.

-Cuando MoBei Jun se desocupe díganle que Zhuzhi Lang quiere hablar con él.

Luego sacó su libreta de apuntes y comenzó a escribir un fic sobre sí mismo y el dios de la Guerra Bai Zhan.

Esperaba que esta vez Binghe no lo encontrara para boicotear su nuevo amor.


Las aventuras de Binghe, el demonio infanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora