𝐘𝐎𝐔 𝐀𝐍𝐃 𝐈 ⭑ 𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘

𝐒𝐜𝐚𝐫𝐬

Temática: Inspirado en "Cardigan" de Taylor Swift.
Contiene: Angst, Soft, Fluff.

¿Cuánto tiempo tardaban en dejar de doler algunas heridas?.

¿Días?.

¿Semanas?.

¿Meses?.

No se refería a heridas superficiales, sino a heridas que quemaban el corazón.

Sus cicatrices ya no dolían.

Dejaron de hacerlo hace mucho tiempo, pero las heridas de su corazón, parecían no querer cicatrizar nunca.

Aún le dolían, le quemaban y le recordaban los traumas que vivió en la etapa más horrible de su vida.

Aunque, el dolor desaparecía gracias a una persona que le salvó en el peor momento.

Una persona que estuvo junto a él en esos días grises y amargos.

Esa persona era su novio.

Probablemente, la única persona por la que ha desarrollado un amor único y puro en el mundo.

Y ahora estaba ahí, mirando las cicatrices de su brazo izquierdo con los ojos llenos de lágrimas.

El reloj marcaba la medianoche, cumpliéndose un año más desde que sus padres lo abandonaron sin ningún tipo de piedad.

Un año desde que no encontró otra solución para calmar su dolor, más que lastimarse a sí mismo.

Desearía volver el tiempo atrás para no cometer ese error que hasta el día de hoy, le costaba el sueño.

No podía olvidar.

Le costaba demasiado, pero aún así, lo intentaba.

Reborn abrió la puerta de la habitación, pensando que su novio estaría durmiendo, pero lo encontró encima de la cama, mirando su brazo con la luz de la luna dando sobre su cabeza.

No hizo ruido alguno, solo apretó los labios en una línea con malestar, entrando a la habitación.

Se sentó en la cama, con cuidado de no alertar a su novio. Sus ojos buscaron los de Auron, pero estos se mantenían fijos en su brazo izquierdo.

Reborn bajó la mirada igualmente, suspirando al ver de soslayo el reloj que marcaba la medianoche.

Automáticamente, el malestar de hace unos segundos se transformó en odio hacia las personas que lastimaron a su preciado tesoro.

Los odiaba, pero debía ser fuerte para mantener sereno a Auron.

Con delicadeza tomó el brazo de este último, cuidando no lastimarlo. Seguido de eso, tomó uno de los plumones que descansaban en la mesita de noche.

Quitó la tapa, acercando la punta del lápiz a su piel.

Sabía que Auron no sentía dolor, pero igualmente, trazó las líneas con cuidado alrededor de aquellas cicatrices.

No tenía un dibujo concreto en mente, hasta que recordó una de las cosas favoritas de Auron:

Las estrellas.

Todas las noches se escapaba por su ventana para verlas.

Llevaba una manta y una almohada con el fin de poder recostarse sobre el techo que daba al garaje.