Capítulo 18

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Ya está aquí el capítulo de la semana y con ella la explicación de Effie que nos tiene al borde del infarto!

Yo solo me pregunto por el padre de la criatura, ¿Quién es ese hombreeee? (Momento Pasión de Gavilanes)

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Galahad no supo cómo reaccionar a sus palabras, se quedó perplejo esperando a que ella siguiera hablando. Los minutos pasaban y Effie seguía sin hablar, tan solo gimoteaba entre lágrimas.

-¿Qué quieres decir? -cuestionó el pelirrojo con torpeza para que ella emitiera alguna palabra.

-Creo que lo has entendido, Galahad. Fue otro quién me dejó embarazada. -tomó una servilleta de la mesa y la usó como pañuelo para sonarse la nariz. -No quiero repetirlo en voz alta. -se avergonzó.

-¿Cómo sucedió? -preguntó decidido a llegar al fondo del asunto ante su reacción.

-Galahad no te he exigido un informe detallado de como Evanna y tú hayáis podido compartir lecho, no lo hagas tú. -le espetó molesta.

-Pero él debe hacerse cargo, él debe desposarte. -bramó indignado.

-¡Galahad, era una maldita guerra! -explotó Effie en un grito. -Sucedieron cosas que no hubieran pasado en otras circunstancias. -aseveró. -No puedo cambiar el pasado, pero si puedo enterrarlo. -sentenció con una mirada fiera.

-Lo averiguaré y lo haré cumplir. -le garantizó.

-¡No quiero que hagas nada maldita sea! -gritó de nuevo y luego el llanto sofocó su garganta. -Galahad déjalo estar, no metas más el dedo en la llaga. El dolor de sufrir un aborto es indescriptible, terrible, horroroso, espantoso...Esas palabras se quedan cortas. -tomó aire. -No quiero recordar de nada que tenga que ver con ello, ni siquiera de la concepción de ese bebé. Te pido como amiga que no hagas más preguntas, no hagas de mi protector reclamando al padre de la criatura. Quédate tranquilo sabiendo que no era tuyo, pero no pretendas ir más allá, Galahad, o me harás mucho daño. -volvió a llorar contra la servilleta.

El pelirrojo la miró compasivo. No sabía nada de lo que podría haber vivido Effie, pero era evidente que estaba sufriendo por ello. No le gustaba verla así, definitivamente no. Si haciéndose a un lado evitaba su dolor así lo haría.

-Effie, no intervendré si no quieres. -le contestó y ella asintió contra el pañuelo tratando de calmarse. -Pero quiero que sepas que tú y tu familia siempre me tendréis cómo un amigo que no dudará en estar a vuestro lado cuando me necesitéis.

-Eres un buen hombre, Galahad.-se limpió las últimas lágrimas.

-¿Por qué le dijiste a mi hermana que esperabas un hijo mío?- surgió la pregunta en sus labios.

-Yo no dije tal cosa, ni siquiera sabía que estaba embarazada. -aclaró.-Estaba demasiado desesperada y ocupada intentando que Bonnie y Alec no pasarán penurias cómo para preocuparme de lo que sucedía en mi interior.-lo miró con dolor.

-¿Penurias? ¿No fue suficiente el dinero que te di?-cuestionó preocupado, ella suspiró.

-Lo robaron.-contestó estoica.-Marsali y yo tuvimos que esforzarnos mucho para salir adelante, incluso con el apoyo de Beth, Lorna y Seamus. La guerra fue dura para todos, las arcas se vaciaban en la batalla, los precios subían y cada vez había menos recursos. No tenía la cabeza para pensar en otra cosa que no fuera conseguir comida para Bonnie y Alec.-rio asustada recordándolo.-Pero un día sucedió. Empecé a encontrarme mal, una ráfaga atravesó mi cuerpo haciéndome perder la respiración y comencé a sangrar. Fue ahí donde todas nos enteramos de lo que sucedía, incluida yo.-sus puños agarraban con fuerza el pañuelo y su falda a la altura de las rodillas.-Bueno, yo lo supe más tarde, cuando desperté. Para aquel entonces todas habían deducido que era tuyo y yo no estaba en condiciones de explicar nada.

Destino Salvaje | Saga Salvaje IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora