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—¿Por qué Mina puede montar las guirnaldas de palomitas de maíz mientras yo estoy aquí con el confeti? —preguntó Mija con tono de niña pequeña.—Porque nadie se fía de ti cuando tienes una aguja en la mano —le contestó Jisoo.
—Ni con unas tijeras —intervino Rosé y todas se echaron a reír, incluyendo a Mija.
Lejos de sus esposas/os, hijos o novios/as, a Sana y a sus amigas les había resultado natural volver a las costumbres del instituto: las bromas, las charlas y las risas. Era divertido y muy agradable, pero la morena tenía la cabeza en otro sitio.
Menos mal que la conversación no había desembocado en el tema de Tzuyu Chou y ella se lo agradecía de todo corazón.
—Voy a preparar más ponche —sugirió Sana, pero antes de que llegara a la cocina, alguien llamó a la puerta.
—¿Han invitado a alguien más? —preguntó Marley con una risita picara.
—Pues he oído que Hyunwoo Son está por ti. Además acaban de quitarle el aparato de la cara —intervino Jisoo haciendo reír a las demás.
Sana se echó a reír y fue hacia la puerta.
Pero no era Hyunwoo Son.
Con un suéter de lana beige, unos elegantes jeans ajustados y con un aspecto más imponente que nunca, Tzuyu esperaba al otro lado de la puerta.
—Hola, Sana —saludó sonriente.
La casa entera se quedó en silencio de repente, lo único que podía oír era los latidos de su corazón golpeándole contra el pecho. Parecía que no la hubiera visto durante años.
—Has vuelto a casa —murmuró justo antes de notar que se le sonrojaban las mejillas— Quiero decir que has regresado de Busan.
La mirada de Tzuyu se paseó por todo su cuerpo, como si intentara abarcarla entera, y eso la puso aún más nerviosa.
—No podía estar más tiempo lejos de Incheon ni de...
—¿Tu casa de cristal? —interrumpió la morena con malévola amargura. ¿Por qué se había presentado allí a torturarla?
—¿Puedo entrar?
Sana tuvo que utilizar todo su autocontrol para responder:
—Tengo visita, mejor en otro momento...
Pero Tzuyu hizo caso omiso y entró.
—Lo que tengo que decirte no puede esperar. Buenas noches—saludó a las demás, que saludaron casi entre dientes y enseguida continuaron con lo que estaban haciendo— Siento interrumpir, pero tengo algo muy importante que decirle a Sana y no puedo esperar.
Miyeon se puso en pie de un salto.
—Deberíamos irnos...
—No —dijo Tzuyu de inmediato mirando sobre todo a Mija— Quiero que escuchen esto.
—Tzuyu, ¿qué ocurre? —intervino Sana, que empezaba a no entender nada.

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After The Storm | Satzu
Hayran KurguPerdida en una carretera desierta, embarazada y en medio una tormenta de nieve. Sana Minatozaki jamás imaginó volver a encontrar en aquella situación a su vieja amiga, Tzuyu Chou, convertida ahora en una exitosa y atractiva mujer a quien los medios...