LUAR - Trilogía Granate I

☨ Xioyijioho ☨

"La mejor manera de librarme de la tentación es caeren ella."

— Oscar Wilde

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00:17

Keyla Bennett. (Narra).

—¿Quién es él, Keyla? —Mar inquiere mientras me arrastra hacia casa.

Ya me siento mejor, extrañamente mejor. Aun así, no digo nada. Cuando estamos al frente de la casa, cruzamos la calle y al penetrar las verjas Lylia me recibe, ayudándome a entrar a casa. Me suben hacia la habitación y me dejan sobre la cama. Me acuesto boca abajo y permanezco con languidez.

—¿Dónde está papá? —pregunto vagamente.

—Salió a buscarte él mismo... —responde Lylia—. Keyla, ¿estás bien?

—Solo quiero dormir, por favor. Mañana les explicaré, a ustedes y a papá.

—¿Estás segura? No te ves en forma, Keyla, estoy muy preocupada... —indaga mi prima. Yo no digo ni hago nada, solo giro la cabeza al lado contrario y cierro mis ojos. No tengo fuerzas, ni siquiera para pensar, ni hablar, no me siento capacitada y creo que la afectada es mi mente.

Ellas salen de mi recamara, dejándome en oscuridad y empiezo a hiperventilar.

Vuelvan, vuelvan, no me dejen sola.

Mis ojos empiezan a aguarse, mi respiración se entrecorta y puedo jurar observar seres malignos deambular por mi habitación. Se están acercando... Van a beber de mí hasta dejarme sin pulso, tengo miedo... Están riendo... ¡Se burlan de mí!

Tapo mi cara moviéndola hacia el colchón, quedándome sin aliento, privándome la vista de esos demonios, creyendo que así se esfumaran.

1... 2... 3...

Cuento los segundos para apaciguar mi terror, sin conseguir resultado alguno.

30... 31... 32...

Tengo miedo, no quiero morir... No quiero que Luar vuelva. ¡Lo odio! ¡No confío en él! ¡Es un asesino! Si mató a un vampiro, ¿qué será de mí?

49... 50... 51...

Siento como me tocan, manos frías, me trastornan. Oigo susurros a mi alrededor, inentendibles, pero aterradores.

¡No aguanto más! Pero si salgo los monstruos se aprovecharán de mí. Drenarán mi sangre en un santiamén, no tendrán piedad, no sobreviviré esta vez. El vampiro tatuador vendrá por mí. El atacante terminará lo que inició. Connor y Natalia me buscarán dando venganza como respuesta, yo pagaré por buscar aquella arma y él no me protegerá, no lo hará.

60...

Volteo la cara y dos puntos rojos relucen en la oscuridad. Sollozo sin emitir sonido, asustada y temblando.

—Yo no quise, yo no hice nada, perdóname. —Debido a mis llantos mi saliva cubre mi mentón y mis lágrimas humedecen mis mejillas.

Como si de la luz del cielo se tratara, mi habitación se ilumina al ser abierta. Cuando una mano gentil se posa sobre mi espalda reconozco que es Mar. Al darse cuenta de mi estado se preocupa.

—¿Qué pasa? ¿Keyla? —Esforzándose un poco consigue voltearme, apoyando mi torso en su regazo y mi cabeza en su pecho, coloca una mano alrededor de mi espalda y con la otra retira los cabellos empapados que se regaron sobre mi cara, no me había dado cuenta hasta ahora de lo húmeda que está mi ropa debido a mi sudoración—. Tranquila, estoy aquí, ¿sí?