Solo quería un tatuaje para vengarse de su padre, pero Keyla nunca pensó que algo tan irrelevante iba a ser su portal hacia el conocimiento de una raza completamente distinta a la humana y el inicio a un delirio latente en su mente.
Sus días se resu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"A veces, el infierno deja de ser un lugar para convertirse en una persona."
— David Sant
------- 00:11
Los tres chicos y las tres chicas que están con él empiezan a decir cosas inaudibles para mí debido a la distancia entre nosotros, pero al observar a Luar es claro que está escuchando todo.
—Empezaré por ti —dice el peliblanco sin apartar la mirada de Luar.
En un abrir y cerrar de ojos se está abalanzando hacia el que está a mi frente, Luar no se inmuta, pero justo antes de impactarle en la cara con su puño es detenido desde el antebrazo por alguien.
Miro al lado y ahí lo veo, es Brent quién sostiene el antebrazo del que nos ha amenazado.
—No tienes remedio, Connor. —Brent lo patea en el estómago, su cuerpo se aleja en los aires a una gran velocidad. Él apacigua la caída arrastrándose en el suelo con ayuda de sus manos—. Esta vez trajiste refuerzos... ¡Será una pena tener que matarlos a todos! —dice con un tono melancólico.
—¡Buen golpe! —grita el tal Connor.
—Y eso que no has visto nada. —Brent ríe.
Luar y el rubio comparten miradas, y solo con ese acto sé que se están entendiendo muy bien.
—Mercy, mantenla contigo —ordena Luar refiriéndose a mí y yo frunzo el ceño.
¿Dónde ella está? Miro hacia arriba y sobre los árboles emerge. Mercy aparece encapuchada y luciendo como un ave saltando de puntillas entre las ramas, lo hace tan rápido que me deja con la boca abierta. Sin siquiera percibirlo baja y me toma de la cintura con su mano, me lleva hacia atrás y luego sube hacia un árbol, quedamos sentadas en una de las ramas más altas de este. Aquí me doy cuenta de que no soy la única sorprendida, los vampiros que vinieron están compartiendo miradas extrañadas.
—¡Increíble! —dice Connor—. No detecte su olor hasta tenerla a solo centímetros —no se preocupa en ocultar la maravilla en su voz—. La necesito en mi clan —la firmeza en el tono y su determinación me asustan. Giro la cabeza para ver a Mercy y ella permanece serena. ¿Acaso ellos están acostumbrados a esto?—. ¡Serás la única que no mataré! —Mi piel se pone de gallina y termino de cagarme del miedo cuando los hombres de Connor se acercan a Luar y a Brent.
Brent se pone un paso por delante de Luar con carácter protector. Alrededor de sus puños surge una energía de color roja, por un segundo pienso que son llamas. Empieza a lanzarlas rápidamente hacia los tres chicos que se les acercan. Ellos esquivaron su ataque en el aire a excepción de uno al que le afecta en el estómago, cuando intenta levantarse escupe sangre y luego se retuerce de dolor. Antes de ser atacados por los dos restantes, Luar y Brent dan un gran salto hacia atrás cayendo al suelo después de unos segundos.
