LUAR - Trilogía Granate I

☨ Goińho ☨

"Soy adicta al veneno de tu desamor, a la frialdad de tu mirada y a la indiferencia de tus palabras."

—Anónimo

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00:20

No he dormido nada.

Ya está amaneciendo y tengo que ponerme de pie para iniciar los preparativos del día... pero ¿con qué fuerza? No he pegado un ojo desde lo que presencié anoche. Estoy en la misma esquina de la cama. No he podido accionar en lo más mínimo.

No puedes dejar que tu mamá te vea así...

A duras penas me paro y mis pies no pueden pesar más que ahora, cuando intento arrastrarlos hacia el baño. Abro el grifo estando allí. Sostengo agua con el balde que formo con mis manos y permanezco paralizada, antes de impactar el líquido cristalino contra mi rostro. El contacto me eriza los pelos, por lo que empapo mi cara nuevamente. Lo hago una vez más. Hasta que salgo de aquel trance en donde no dejo de figurar lo que ocurrió en la noche de ayer.

¿Por qué...?

Salgo del baño y posteriormente de mi habitación. No es sorpresa encontrarme con mi madre en la sala sufriendo mientras infla algunos globos. Entre la inmersa oscuridad ella encuentra mi rostro sobre el último estribo de la escalera.

—¿Y esa cara? —Se espanta por un segundo. Trago grueso preparándome para fingir.

—Buenos días, madre. No pude dormir bien hoy... —Estiro mis extremidades y suelto un bostezo mientras me acerco a su estancia en la mesa.

—Continúa con los globos.

—Estás roja —me burlo de su pálida tez y pongo manos a la obra con los globos restantes. Veo como ella saca el pastel de la nevera y lo coloca en la mesa, estoy cien por ciento segura que lo ha hecho por sí misma. Mi madre siempre ha sido buena en la cocina.

Después de unos exhaustivos minutos termino de llenar los globos y preparamos la decoración, inspirándonos en "Spider-Man" el personaje favorito de Peter, los globos con el característico color rojo y algunos que otros azules cuelgan en las sillas del comedor y techo de la sala. El grande pastel yace sobre la mesa, la imagen de Peter Parker deslumbrando en el centro. Mamá no ha esperado para colocarse el gorro de cumpleaños, se apresura a mi estancia para colocarme uno también, yo sonrío ante su emoción. Ella saca un cañón de confeti y amaga con lanzármelo.

—¡No! —Me cubro y ella suelta una carcajada.

—Lo guardaré para después de la fiesta.

—Mamá...

—Keyla...

Mamá y yo volteamos al mismo tiempo, enfocando a dos personas somnolientas que están en la mitad de la escalera y que han mencionado nuestros nombres al mismo tiempo: Peter y Mar. Ambos están estrujándose los ojos y con el ceño fruncido. Mamá y yo nos miramos y después gritamos al mismo tiempo:

—¡Felicidades!

El cambio en el rostro de Peter es casi palpable y Mar, a consecuencia de eso, se contagia de su alegría. Ambos se encaminan hacia nosotras y después de apretar a mi hermano en un abrazo, él se acerca a la mesa.

—¡Es de Spider-Man! —chilla de emoción, mientras escudriña todos los detalles de la decoración.

—Tendrás que aguantarte esas ganas de devorarlo si quieres que tus amigos lo miren de la misma forma. —Mamá lo aleja del pastel y él se resigna al brindarnos una cara con cejas hundidas y labios expresando mohines—. Pero no te preocupes, sabes que he dejado una pequeña porción para que pruebes.