Un Hogar de Nueve - TWICE

La Casa de JYP

Jihyo y Jeongyeon están de pie frente a la casa que acaban de heredar, cada una con juego de llaves en sus manos tratando de digerir su nueva realidad.

Para todos fue una sorpresa la noticia de la muerte de Park Jin Young hace algunas semanas, las personas que apenas lo conocían solo lo veían como alguien excéntrico y hasta un poco desagradable, pero sus más allegados conocían su calidad humana y la persona tan divertida que era. En su testamento dejo solo a dos herederas de su casa y sus posesiones, a su sobrina Park Jihyo y su ahijada Yoo Jeongyeon.

Así que las dos se mudan a esta casa exageradamente grande para las dos, con más cosas de las que necesitan y que requiere más reparaciones de las queden pagar. Ambas optan por alquilar las habitaciones, así no se sentirá tan solitario y ayudará a pagar los gastos.

-Nayeon se mudará con nosotras la próxima semana, dice que nos ayudará con la "venta de garaje" – comenta Jeongyeon mientras guarda algunos libros en una caja que dice "para donación".

Jihyo no puede dejar de notar la felicidad que irradia Jeongyeon, pero no sabe si se debe a la pronta mudanza de Nayeon o por su obsesión a la limpieza y el orden, de verdad está disfrutando mucho de este trabajo mientras guardan todo en cajas de "venta" "donación" y "basura".

-Qué bueno, nos caerá bien un par de manos extras para tener todo listo, ya puse los avisos de alquiler de habitaciones – Jihyo le enseña su teléfono a Jeongyeon para que vea la publicación de alquiler, donde resaltan las palabras: Habitaciones económicas, solo mujeres y Pet Friendly.

Jeongyeon suelta una sonora carcajada después de leer el aviso – ¡Atraeremos a unas cuantas locas de los gatos!

-Demasiado tarde, tú ya eres la loca de los gatos y de la limpieza – Comenta con desinterés, a lo que Jeongyeon responde lanzándole una bola de papel.

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Jihyo y Jeongyeon ya se conocían desde su infancia, debido a que sus respectivos padres y el excéntrico Park Jin Young estudiaron juntos en la universidad. No fue hasta la secundaria que se hicieron amigas de Nayeon, las tres estaban en años distintos, pero eso no evitó que pasaran siempre sus ratos libres juntas, incluso eran conocidas como las 3MIX.

Fue un 5 de mayo cuando Nayeon se mudó con ellas a la casa, su llegada fue un huracán de energía, dispuesta a vender, donar y botar todo lo que encontrara.

- ¿Así que solo vamos a conservar los muebles esenciales para una vida digna y medianamente cómoda, la ultra valiosa colección de discos de su tío/padrino y este marco con la foto de él a la que le vamos a rendir culto? – pregunta Nayeon mientras observa horrorizada la foto en la pared de un joven Park Jin Young, vistiendo unos pantalones de plástico transparente y con las iniciales JYP grabadas en una esquina.

-Sip - Dice Jeongyeon haciendo especial énfasis en la letra P – Yo digo que nos traerá buena suerte y futuros inquilinos decentes, aunque Jihyo no esté de acuerdo debiste ver su cara cuando colgué esa foto.

-Es de esperar, no me sorprendería que cualquier interesada en alquilar termine huyendo.

- ¡Por fin alguien que me entiende! – Jihyo entra a la sala y se une a la pareja que observa el cuadro, así quedan las tres por unos sólidos diez minutos sin darse cuenta – Recibí una llamada de un par de chicas interesadas en el alquiler para dentro de dos meses, la que hablo conmigo tiene un ligero acento japonés.

-¡Extranjeras! Será bueno un poco de variedad por aquí – Aplaudió Nayeon ya interesada en las futuras próximas inquilinas.

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Un 7 de Julio Momo y Sana fueron a ver la casa por primera vez, ambas fueron recibidas por Jihyo, quien se encargó de darles el recorrido por el lugar. Las dos quedaron maravilladas tanto por las habitaciones como por la misma Park Jihyo, que es lo más cercano a un ángel que este mundo tiene para ofrecer, Momo casi cae de rodillas cuando la vio y Sana se pregunta cómo no está acompañada de un coro celestial. Les toma menos de una semana mudarse a una de las habitaciones de el segundo piso.

-Momo, de verdad me gusta mucho este nuevo lugar, tiene muy buenas vibras, a diferencia de esa micro habitación donde estábamos antes – comenta Sana mientras saca su ropa de la maleta que trae, Momo asiente con la mirada fija en un punto en suelo mientras está sentada en la cama inferior de la litera que van a compartir.

-Yo espero que esa historia de fantasmas que nos contó esa chica Jeongyeon no sea verdad.

-Vamos Momoring ¿No sientes las buenas vibras de este lugar? Además, el señor pantalones de plástico nos va a proteger.

Más tarde esa misma noche los gritos provenientes de el piso superior alertaron a las tres mujeres de la planta baja, al parecer una cucaracha había entrado a la habitación de las nuevas inquilinas.

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A lo largo del mes de octubre se mudaron cuatro inquilinas más, son más personas de las que Jeongyeon y Jihyo habían previsto en un principio hospedar, pero las respectivas circunstancias que acompaña a cada una no les da opción a negarse.

Pintaron la casa de un color melocotón, Chaeyoung dice que en realidad es color apricot, con un pequeño jardín en la parte de atrás y tres dormitorios en la planta baja. Esas son las habitaciones de Nayeon, quien se niega a subir escaleras, Jeongyeon y Jihyo quienes son las encargadas de guiar a las almas perdidas y borrachas que llegan en la madrugada a sus respectivos dormitorios (aunque es muy común que ellas mismas sean las almas pedidas borrachas). Las demás tienen sus habitaciones en el piso superior, Sana y Momo comparten habitación, consiste en una litera, un pequeño closet para su ropa y la colección de muñecas de Momo. Dahyun y Chaeyoung fueron las siguientes en mudarse, comparten habitación, con dos camas individuales y a penas espacio suficiente para algunos implementos de arte de Chaeyoung. Tzuyu se mudó una semana después, recomendada por Dahyun, tiene la habitación más pequeña de el piso superior con una ventana que no cierra bien, pero es más que suficiente para una estudiante universitaria que tiene poco menos de un año en el país. Mina es la última en mudarse, Momo y Sana la llevaron a la casa, pidiéndole a Jeongyeon y a Jihyo que le permitieran quedarse, solo quedaba libre el ático, que huele permanentemente a pan por alguna desconocida razón, Mina no duda en tomarlo. Para el 20 de octubre ya las nueve vivían juntas.

-Qué tal si celebramos esta noche con comida y películas de terror, aprovechando la cercanía de Halloween – Pregunta Sana sin levantar la vista de su teléfono, está recostada en el mueble grande con la cabeza en el regazo de Jihyo y los pies en el regazo de Mina.

- ¡No! – se escucha a Momo y Chaeyoung al unísono

- ¡Por supuesto! - Dice Nayeon, demasiado cómoda acurrucada cerca de Jeongyeon en un mueble pequeño, ignorando las quejas de las otras dos – Aun no tenemos una celebración apropiada por la llegada de todas las inquilinas que puede resistir esta casa.

-Será una cena de agradecimiento al señor pantalones de plástico – comenta Dahyun mientras señala el cuadro en la pared. Está sentada en el suelo junto a Momo jugando en la vieja consola de videojuegos de Chaeyoung.

- ¿Tzuyu y Mina están de acuerdo? Son las más nuevas, ¿Tienen inconveniente con la película de terror? – Jihyo observa a las dos chicas, quiere que se sientan cómodas.

-Me agrada la idea – comenta Mina observando el videojuego en la pantalla a la espera de su turno.

-Estoy de acuerdo – Tzuyu esta sentada sola en una silla mientras lee un libro.

Chaeyoung está sentada junto a Momo y Dahyun, también a la espera de su turno para jugar – Bien, pero solo aceptaré si hay alcohol de por medio.

- ¡Cuenta conmigo para eso pequeña! – exclamó Jeongyeon

- ¿Siempre hay alcohol en esta casa?

- El alcohol y los gritos son las únicas cosas que no faltan, bienvenida a casa Mina.