Un Hogar de Nueve - TWICE

El día después de la fiesta

Como ya es tradición, Dahyun es la primera en levantarse la mañana después de cada fiesta, lo llama su súper poder, ser el alma de la fiesta los sábados por la noche y luego tocar el piano en la iglesia sin problemas en domingo por la mañana. Se encarga de preparar café y algo de desayuno para todas las chicas, antes de salir a buscar su bicicleta se despide de el señor pantalones de plástico y va rumbo a la iglesia.

Su agenda de este domingo es algo ajetreada, además de tocar el piano en la iglesia, luego debe cumplir con algunas entregas. Si le preguntaras a la Dahyun de 18 años como se veía en un futuro, respondería: una celebridad de Internet. Ahora a sus 23 años aun graba vídeos para TikTok e Instagram, pero es su trabajo como repartidora lo que paga el alquiler y lleva comida a la mesa. Igual de vez en cuando se sorprende cuando personas la reconocen en el supermercado o en la iglesia, no puede negar que es agradable.

Mientras esta en la iglesia, no puede evitar pensar en Tzuyu y lo mal que se debe sentir hoy, después de que la convencieron de tomar de ese ponche loco la noche anterior, tal vez no fue la mejor idea, pero verla reír tanto y bailar libremente, es todo lo que está bien en este mundo.

La mente da Dahyun viajó a dos años en el pasado, cuando vio a Tzuyu sentada sola en el último banco de la iglesia, con la mirada perdida en un punto imaginario.

-Normalmente las almas que se ven tan perdidas es porque cometieron alguna atrocidad, dime ¿Qué banco asaltaste?

- ¿Eh? – Tzuyu dijo confundida, viendo a la chica pálida que tenía una amplia sonrisa – Yo no he hecho nada.

- Tranquila, no parece que puedas matar ni a una mosca – Dahyun entre risas le da palmadas reconfortantes en el hombro – Mi nombre en Dahyun y toco el piano en esta iglesia, esta es la primera vez que te veo.

- Yo soy Tzuyu, tengo poco tiempo viviendo por aquí y solo me sentía un poco perdida.

- Si no sabes cómo regresar a tu casa, te puedo guiar, conozco muy bien la zona, pero si lo que te sientes es perdida espiritualmente, bueno, la iglesia ha ayudado a muchos a encontrar su camino.

- Gracias por la oferta, ambas, pero no sé si la iglesia sea para mí, solo no sabía a donde ir.

- Está bien, si no te molesta un poco de compañía, te puedo invitar un café. Me acabo de mudar a una casa con mi mejor amiga y varias desconocidas ruidosas, el lugar es un caos total y no sé por qué te estoy contando esto, pero una conversación con alguien con un tono tan tranquilo como el tuyo me caería bien.

- Supongo que un café con una desconocida no me hará daño – Tzuyu esbozó una pequeña sonrisa y Dahyun no pudo evitar copiar el gesto.

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La Casa siempre ha estado inclinada un poco hacia un lado, un asunto que solo causa problemas en la cocina, que ocasionalmente hace que algunas frutas caigan al suelo. Tzuyu está acurrucada en una silla recostada en la pared de la cocina, observando como Sana y Nayeon juegan con este hecho, están tratando de averiguar si ciertas latas (frijoles versus verduras principalmente) caen más rápido. Tzuyu tiene un poco de resaca, está bien, tiene mucha resaca, suficiente para no hacer mucho más que dedicarse a existir, sostener su taza de café cerca de su cuerpo y observar a los demás fingir que ayudan a Jeongyeon y Jihyo limpiar. No entiende como solo ella y Momo se ven afectadas por el ponche loco de anoche.

-Ya Momo regresó a la vida, lo que significa que podemos usar el mueble de la sala – Dice Chaeyoung mientras entra a la cocina.

- ¡Que te pasó en el cuello! – exige Nayeon

Chaeyoung levanta ambas manos como si le apuntaran con un arma. Es entonces cuando Tzuyu nota las pequeñas marcas en su cuello parecidas a moretones.

-Parece que te divertiste anoche, pero sería bueno que cubras mejor esas marcas – Comenta Sana pensando que hoy tendrían al "Monstruo gruñón Mina" si llega a verlas.

Chaeyoung parpadea con la confusión escrita en su cara, hasta que Tzuyu golpea con un dedo su propio cuello significativamente. Chaeyoung se puso roja rápidamente, tartamudeó algunas palabras y fue a toda velocidad a su habitación.

Jihyo la vio pasar a toda velocidad mientras se disponía a entrar también a la cocina.

-Aquí esta otra persona que también se divirtió mucho anoche, ese tal Daniel es agradable – comentó Nayeon con su sonrisa arrogante y una ceja levantada – Ver a Park Jihyo usando sus pasos sexys de baile, no hay persona que resista eso.

Jihyo solo le respondió con un suave golpe con la cadera y fue a recargar la taza de café de Tzuyu y servirse una nueva para ella misma.

-Debemos darle gracias a Dahyun por este maravilloso café de hoy - Tzuyu levanta su taza totalmente de acuerdo con las palabras de Jihyo, Nayeon y Sana solo asienten en aprobación.

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Mina observa a Chaeyoung en el mueble que está viendo una serie con Jeongyeon y Dahyun. Lleva todo el día evitando a la más baja, acaba de rechazar su invitación para ver la serie con la excusa de ayudar a Momo a preparar la cena.

Momo se ve como un perro regañado, no sabe si por la resaca que tenía temprano o si pasó algo más en la fiesta. La noche anterior, después de los juegos de bebidas, los recuerdos de Mina son algo confusos. Recuerda que se acabó ella sola más de la mitad de esa botella rosada, recuerda hacer twerking, no es para tanto, ella sabe que baila muy bien, también recuerda interrumpir una conversación entre Momo y Chaeyoung sobre tatuajes y aguacates o algo así. Le pidió a Chaeyoung que la ayudara a subir las escaleras hasta el ático. Luego todo es confuso. Sabe lo que hizo, pero no sabe por qué lo hizo. Besó a Chaeyoung, beso su frente, sus mejillas, su nariz, su boca y su cuello, besó y mordió mucho su cuello, mientras la presionaba contra la pared del ático, le pidió que la acompañara hasta que se quedara dormida.

Al medio día despertó sola, bajó a la cocina para buscar algo de agua y ahí la vio, sonriendo con su hermoso hoyuelo y mirada esperanzadora.

-Minari, toma, te ayudará con la resaca – Le dijo mientras sostenía un vaso con agua.

Mina dio media vuelta y corrió al baño, para vaciar el contenido de su estómago, el resto del día solo se dedicó a evitar a la menor.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Momo

-Minari, por favor, si me ves de nuevo tomando del ponche loco de Jeongyeon, solo detenme.

-Solo si me detienes de tomar esa horrorosa bebida rosada una vez más - Ambas cerraron el trato chocando el puño.

Siguieron cocinando en completo silencio, ninguna tenía muchos ánimos de hablar, esta noche prepararían la cena favorita de Dahyun. Se escuchó una especie de discusión desde la sala y luego Jeongyeon entró a la cocina como un perro regañado, mientras murmuraba algunas cosas sobre Nayeon, no es algo nuevo. Con eso Jeongyeon se unió a la preparación de la cena.