Cobardes

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Sana no le tiene miedo a los hospitales, por supuesto, no son su lugar favorito, pero sabe que es inevitable ir en algún momento, ella misma debió pasar un tiempo en la cama de un hospital, "A veces las cosas malas simplemente suceden" se lo dijo a Momo en aquel entonces, también se lo repitió a Nayeon en una de sus extensas conversaciones a las 3am.

Mientras Momo es lo contrario, le aterran esos lugares, odia los pasillos blancos, sus luces, el olor, las agujas y tomar medicamentos. Para Momo los hospitales son un recordatorio de cómo casi pierde a personas que ama.

Sana lo entiende y eso hace que admire más la fuerza de Momo en ir cada día al hospital, transportando en su motocicleta a quien lo necesite, brindando todo su apoyo y fuerza. Lo que Sana no puede entender es por qué Momo la ha estado evitando esta semana, incluso prefiriendo dormir en cualquier lugar de la casa excepto en su habitación compartida. No está molesta, solo un poco triste.

En este momento está expresando verbalmente sus emociones a la dormida Jeongyeon, cuando está en la habitación Sana no deja de hablar sobre cualquier tema, el clima actual, cualquier anécdota del caótico grupo en el hospital, quien la ha venido a visitar, chismes del trabajo, lo que sea para que Jeongyeon escuche una voz familiar. Sostiene y acaricia con mucho cuidado su mano, con la esperanza de notar algún cambio, desea que la mayor apriete su mano y le diga que es muy ruidosa.

—De verdad que no la entiendo Jeon, siento que ya no compartimos la misma neurona — Dice con un pequeño puchero, aunque nadie la vea. —Le propuse ver todas las tontas películas que ella quisiera para alentarla a expresarse, no se le ha visto afectada por su reciente ruptura, yo quería que hablara sobre eso, pero en su lugar ella... ella me dijo esas hermosas palabras y ahora me está evitando, es un mar de incoherencias, yo... — Sana abre ampliamente sus ojos al sentir un leve apretón en su mano —Tu... —En ese momento casi grita cuando Jeongyeon le regresa la mirada.

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Es el tercer día desde que Jeongyeon despertó, hasta ahora todo parece marchar bien, si, debe cumplir con un reposo en el hospital y luego en casa, la herida en su cabeza está sanando muy bien y debe usar collarín por un tiempo debido a una lesión en el cuello, los días de mover cajas pesadas en el almacén quedaron en el pasado. Una excelente noticia es que su memoria está intacta, Jeongyeon recuerda con claridad los sucesos previos al accidente.

Chaeyoung con ayuda de Daniel llevan casi a cuesta a Jihyo a la casa para que descanse un poco, en el hospital se quedaran Seungyeon y Momo. Daniel conduce el auto, mientras Jihyo va en el asiento del copiloto, Chaeyoung se sienta en el asiento trasero revisando su teléfono, le está enviando un mensaje a Sana, indicando que el plan está en marcha.

Finalmente llegan a la casa, está oscura y en total silencio, Chaeyoung y Daniel guían a una distraída Jihyo a la cocina, no es hasta que cruza el umbral que nota la tenue iluminación de una vela.

Feliz cumpleaños a ti...~ — Tzuyu sostiene un pequeño pastel, mientras Sana la abraza desde atrás, a los lados se ven las siluetas de Mina y Dahyun, los seis le cantan a una sorprendida Jihyo, todos lucen cansados, pero con pequeñas sonrisas cargadas de felicidad y esperanza. Después de cantar Sana se separa de Tzuyu y abraza a Jihyo.

—Sé que no estamos pasando por el mejor momento, pero Jeongyeon ya despertó y ayer cumpliste 25 años — Sana se separa un poco para poder verla a los ojos que brillan con la luz de la vela. —Hay que celebrar que estamos vivos.

Mina toma una de las manos de Jihyo, mientras Dahyun y Chaeyoung se quedan cerca de Tzuyu que aun sostiene el pastel, Daniel observa con una sonrisa toda la interacción. Finalmente, Jihyo sopla la vela dejándolos a todos en la oscuridad.

Un Hogar de Nueve - TWICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora