Un Hogar de Nueve - TWICE

Encuentros desagradables

Advertencia: Acoso.

Recomendación: Echar un vistazo al capitulo 3, solo para refrescar la memoria. 

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Mina se sienta entre Chaeyoung y Momo en las sillas que están en el pasillo fuera de la habitación de Jeongyeon, no quiere verse miserable, pero mira, todas se sienten miserables en este momento, ya es su tercer día en el hospital.

—¿Ella va a despertar? — Chaeyoung tiene la cabeza apoyada en el hombro de Mina, sabe lo estúpida e infantil que suena al hacer esa pregunta, pero necesita que alguien le diga que sí, que Jeongyeon va a despertar.

—La única razón por la que los médicos no lo dicen es porque no conocen a Yoo Jeongyeon, si supieran lo fuerte que es, sabrían que va a despertar. — Momo dice algo brusca, casi como si estuviera enojada con los médicos por no decirlo.

Los médicos han estado cautelosos con lo que dicen, Mina no puede reprochárselo, Nayeon ya discutió con mitad de los médicos y Jihyo les da instrucciones a las enfermeras de cómo hacer su trabajo, es un alivio que Solar, la esposa de Moonbyul, quien trabaja como enfermera ha sido muy paciente y compresiva con todas, no ha dejado de estar atenta con Jeongyeon y de que no le falte nada.

Mina baja la mirada en dirección a Momo que está recostada en su regazo, la nota tensa, quizás todo esto le recuerda mucho a cuando Sana también estuvo hospitalizada, ya han pasado varios años desde que sucedió, aun vivían en Japón, pero la mala experiencia cambió sus vidas para siempre.

Chaeyoung llama su atención dando pequeños golpecitos en su mano.

—¿A qué hora debes irte?

—Dentro de pocos minutos. — Mina suspira, esta tarde finalmente se reuniría con su padre, la fecha y el lugar fue acordado antes de que todo este incidente de Jeongyeon pasara, Mina está a punto de arrepentirse y cancelar el encuentro, pero sabe que no debe retroceder.

Ambas la acompañan a buscar un taxi en la salida del hospital, Momo pasa un brazo sobre los hombros de Mina y Chaeyoung la toma de la mano, sus compañías le brindan un poco de fuerza, solo espera que esa fuerza se mantenga cuando esté frente a su padre.

Cuando llega al restaurante acordado, fue guiada por una adolescente que trabaja en la recepción del lugar, su padre ya estaba en la mesa.

Ella tomó asiento frente a Takehiko, mientras este la observaba en silencio. Luego le hablo por primera vez en más de dos años.

—¿Que le paso a tu cabello?

Mina sonrió amarga ante la pregunta, por supuesto que después de dos años sin verla, lo primero que haría es reprocharle su apariencia.

—Hola a ti también, padre.

Un aire incómodo se instaló en la mesa, ninguno de los dos sabía que decir ahora exactamente. Mina permitió que sus ojos revolotearan sobre el rostro de su padre, lucía viejo, mucho más que la última vez que lo vio, las arrugas alrededor de sus ojos eran más notables y su cabello era más blanco, es mucho el cambio para el tiempo que pasó.

El hombre levanto su mano para agarrar su vaso de agua, respiró hondo.

—¿A qué te dedicas?

—Trabajo en una biblioteca.

Eso pareció sorprenderlo, levanto una ceja. —¿Eso es todo?

—Llegue sin nada a otro país, no tenía precisamente muchas opciones.

—Ya veo.

Se hizo el silencio una vez más. Mina puede ver la lucha del hombre en formular su siguiente pregunta.