La heladería

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Momo lleva un rato en el fregadero con el mismo vaso, su mirada totalmente perdida sin prestar atención a lo que hace, Jeongyeon entra a la cocina y la observa, con una sonrisa se acerca por detrás y lentamente posa sus manos sobre los hombros de la otra chica para intentar asustarla. Nada, no hay reacción, masajeando un poco sus hombros le susurra muy cerca del oído.

—¿Qué haces?

—Nada. — Momo responde sin ánimo.

Jeongyeon se preocupa y cerrando la llave del fregadero pasa sus manos sobre las de Momo y la ayuda a soltar el vaso.

—¿Estas bien? — Pregunta para girar a la menor y poder ver por fin su cara, está un poco roja, con los ojos algo hinchados, clara señal de que había estado llorando.

Con la mirada aun perdida y su voz monótona responde. —Heechul y yo terminamos.

Jeongyeon no sabe cómo reaccionar, siente la ira creciendo en ella por saber que alguien más es responsable de el estado de su amiga, pero no la quiere alterar, así que opta por abrazarla fuerte tratando de reconfortarla.

Después de un rato así, Jeongyeon rompe el silencio tratando de aligerar el ambiente.

—¿Cómo tomaremos esta ruptura? ¿Es del tipo que tendremos noches de chicas con bebidas? ¿O es del tipo donde cometeremos actos vandálicos hacia las pertenencias de el hombre que ahora es tu ex? — La media sonrisa de Jeongyeon intenta reconfortar a Momo. —Porque estoy dispuesta para ambas.

-*-*-

Fue hace un año que Momo vio a Sana y a Eunha besándose en la puerta de la casa, el mismo día que se quemó la mano, el mismo día que conoció a Heechul. Desde ese enero Momo se convirtió en cliente habitual en la heladería.

—Un cono de vainilla estará bien por hoy. — Momo se sienta en la barra y mira a su alrededor, no hay muchas personas en la heladería.

—Te tomaste muy en serio eso de que la ciencia dice que el helado es la mejor cura para cualquier herida. —Cometa Heechul mientras le sirve su cono.

—Solo me estoy esforzando en recuperarme.

—Tu mano ya se ve mejor.

—Mi mano no es lo único herido.

-*-*-

—Hoy quiero probar ese helado de pay de limón.

—Nayeon no mintió cuando dijo que te podías venir a vivir a la heladería.

Momo resopla y rueda sus ojos. —Nayeon no se tiene que enterar que vengo a diario.

—¿Cómo va tu herida?

—Aun intentando sanar.

Heechul sirve dos helados, se sienta junto a Momo y le entrega uno. —Este va por la casa.

—¿Esa es forma de llevar un negocio?

—No eres la única intentando sanar, supongo que en compañía será un poco más fácil.

-*-*-

—¿Eres alérgica al maní? — Heechul saludó a Momo con esa pregunta apenas llegó al local.

—No... —Su respuesta llena de confusión.

—Bien. — Dijo mientras colocaba el topping al cono con chocolate. —Nuestro helado del día.

—¿Ahora es algo nuestro? — Momo tiene una sonrisa de medio lado.

—¿Preferirías que sea con otra persona? — Esa pregunta borró la sonrisa en el rostro de Momo, Heechul lo notó de inmediato. —Lo siento. — Sonaba genuinamente arrepentido.

Un Hogar de Nueve - TWICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora