Pocos secretos

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Lo que pasa con estar en un grupo de este tamaño y tan cercanas es que conocen muy bien los hábitos de todas y hay pocos secretos. O al menos, pocas cosas que permanezcan en secreto por mucho tiempo. Claro, es posible que Jeongyeon no sepa que fue Sana quien se comió su último paquete de galletas favoritas y aun culpe a Momo por este crimen. El hecho de que Nayeon canta mientras duerme es algo que ella puede desconocer, pero el resto lo sabe muy bien. Que Tzuyu come las sobras que las demás chicas dejan en sus platos, porque odia desperdiciar comida es algo a lo que todas están acostumbradas. El hecho de que Sana y Jihyo se acostaron en un par de ocasiones es de conocimiento común, al igual que los enamoramientos secretos (Para nada secretos) que las tres menores de la casa llegaron a tener cada una en una japonesa distinta. Pero Jihyo cree que todas en la casa probablemente tienen una cosa, una pequeña parte de sus vidas que aún está oculta, a la espera de desestabilizar sus vidas, si es que no comenzó ya.

Jihyo puede ver algunas grietas en su familia adoptiva, las discusiones entre Nayeon y Jeongyeon son eternas y contantes, Jihyo hace años que dejó de intentar entenderlas y solo las acepta como un matrimonio disfuncional que no acepta que están casadas.

- ¿Y por qué no le pides a Seulgi que te prepare ese postre que tanto quieres? – Pregunta Nayeon entre gritos mientras entra a la sala seguida de Jeongyeon - ¿O a Moobyul? Ya que decidiste pasar la cena de tu cumpleaños con ella.

- Nayeon, por favor, ya te expliqué, se presentó un problema en el almacén y Byul me pidió ayuda para arreglar ese desastre – Jeongyeon agita sus manos para hacer énfasis en sus palabras, ya está algo alterada – Terminamos tarde y me compró la cena en agradecimiento.

- ¡Tú eres la salvadora de todas las mujeres en problemas mientras yo te esperaba como una idiota con el postre que prometí prepararte! – Nayeon se da media vuelta y se dirige a la salida de la casa – Un mensaje Jeongyeon, solo un mensaje avisando que llegarías tarde era todo lo que debías enviar – Dijo antes de salir furiosa de la casa.

Jihyo y Chaeyoung observan la escena sin poder hacer nada, duele ver a Chaeyoung encogerse más en su asiento, desde que llegó a la casa, Nayeon prácticamente se convirtió en su mamá adoptiva, le afecta verlas discutir así. Jeongyeon baja la cabeza y luego les dirige una mirada de disculpas a las dos mujeres en el mueble, no puede evitar sentirse avergonzada.

- Sabes que no me gusta intervenir en sus discusiones, pero en este caso, le doy la razón a Nayeon – A Jeongyeon le sorprende las palabras de Jihyo – Ayer se esforzó en prepararte ese postre que tanto te gusta e hizo que todas te esperáramos hasta muy tarde para cenar, se sintió muy decepcionada que no le avisaras que no llegarías y nos pidió que comiéramos todo el postre para que no quedara rastros de lo que preparó para ti.

- Yo no sabía de todo eso, la tradición es celebrar mi cumpleaños junto al de Momo.

- Pero si sabes que cada año Nayeon te prepara tu postre favorito la noche de tu cumpleaños.

Jihyo tenía razón y Jeongyeon no puede evitar sentirse más culpable con cada segundo que pasa.

-Me voy al trabajo – Dice antes de dejar la casa dejando de nuevo a Jihyo y a Chaeyoung solas en la sala.

Solo están ellas en casa, debido a que las dos entran ese día mas tarde a los respectivos locales donde trabajan, las demás si están en sus respectivos trabajos y Tzuyu en clases, Jihyo le dirige una mirada tranquilizadora a Chaeyoung y le agita un poco el corto cabello.

-Solo dales un par de días y resolverán todo, para el cumpleaños de Momo ya podremos celebrar con total tranquilidad.

Chaeyoung solo le dirige una sonrisa triste. Jihyo sabe que su estado de ánimo tan triste no se debe solo a la discusión que acaban de presenciar. Mina últimamente parece estar pensando en huir cuando la más baja está en la misma habitación, aún no sabe que pasó exactamente entre ellas, pero sus interacciones son muy torpes e incomodas. Chaeyoung podrá ser una rebelde filosofa, artista amante de la naturaleza, pero su corazón sensible le pertenece a Mina desde el día que la conoció.

Un Hogar de Nueve - TWICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora