「009 」

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El suyo jamás sería un matrimonio de verdad, no habría marca ni nada

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El suyo jamás sería un matrimonio de verdad, no habría marca ni nada. Algo se destrozaria para siempre si YoonGi le colocaba la alianza en el dedo. Siempre habia soñado con un amor para toda la vida, con una casita con jardín y un montón de niños. Sin embargo, iba a acabar con un montón de dinero y un esposo que lo toleraba por educación. No iba a permitir que su incapacidad de fingir un poco de emoción delante de sus padres echará por tierra su sacrificio. Se puso de puntillas y se aferro a las mangas de su chaqueta. Le clavo las uñas en la tela y en la piel.

–Ya puedes arreglar este desastre –murmuro

–Que quieres que haga –preguntó perdido en los océanos azules que lo observaban.

Jimin parpadeó. Le temblaron los labios al pronunciar las palabras con sequedad.

–¡Haz algo, joder! Demuéstrale a mi padre que será un matrimonio de verdad o...

–¿Jimin?

Su nombre se coló por la puerta abierta desde el pasillo. Su madre la llamaba preocupada por saber si estaban bien.

–Viene tu madre

–Lo se. Seguro nos oyó discutir. ¡Haz algo!

–¿El que?

–¡Lo que sea!

–¡Bien!

El azabache rodeo la cintura del menor con los brazos y la pego por completo a él antes de inclinar su cabeza. Sus labios cubrieron los de Jimin mientras lo estrechaba con fuerza contra su cuerpo, de modo que acabaron unidos desde las caderas hasta el pecho. Ambos soltaron un gemido gustoso al sentir sus aromas mezclarse el caramelo con la madera, el chocolate blanco con las cerezas, los cítricos con el chocolate amargo, creando una combinación rara pero exitante para ambos lobos.

Se quedo sin aire en los pulmones y se tambaleó cuando le fallaron las rodillas. Había esperado un beso preciso y controlado para tranquilizar a su madre y demostrarle que eran amantes. Sin embargo, estaba experimentado una descarga de feromonas y energía sexual contenida. Los labios que lo besaban eran ardientes y se apoderaban de los suyos mientras mordisqueaba y le introducía la lengua en la boca. Después comenzó a acariciarlo con un ritmo sensualidad que lo obligo a arquear la espalda y a dejarse conquistar. Se aferro a él y le devolvió el beso, enredando sus dedos en su mechones. Lo tomó ansioso por sus caricias y se embriago con el olor a madera, cereza con un toque de chocolate amargo, con su sabor; se deleitó con la dureza de su cuerpo mientras la pasión los consumía y los lanzaba por un precipicio.

Solto un gemido ronco. YoonGi también había enterrado sus largos dedos entre sus cabellos para sujetarlo con firmeza mientras continuaba el sensual asalto. Jimin sintió que se le endurecieron los pezones y que el deseo lo asaltaba entre sus muslos.

–Jimin, cariño... ¡Ah!

El alfa se aparto de sus labios. Aturdido, Jimin observó su cara en busca de algún indicio de emoción, pero el estaba mirando a su madre.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐚𝐥 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora