「024 」

6.9K 769 22
                                        

Sintió su frente llenarse de sudor mientras apartaba la vista del libro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sintió su frente llenarse de sudor mientras apartaba la vista del libro. Era un imbécil. No había pasado ni dos segundos desde que le había propuesto que fueran amigos y ya estaba fantaseando con él.

–Bien... –carraspeó– Digo, sí claro, podemos jugar lo que sea. –aceptó la propuesta– Menos al monopoly.

El omega solto una carcajada.

–Siempre se te ha dado fatal –recordó– ¿Recuerdas cuando Tae te hizo llorar porque caíste en el hotel más caro de monopoly, que era suyo? Tu querías negociar, pero él solo aceptaba dinero en efectivo. –Volvió a reír más fuerte al ver el rostro del mayor– Dejaste de hablarle una semana.

–Estas hablando de Seokjoon, el niño que vivía al final de la calle. Yo nunca he llorado por un juego.

JiMin se cruzo de brazos, con una expresión que le indico que no le creía.

Irritado, YoonGi se pasó los dedos por la cara y se preguntó como era posible que le hiciera perder los papeles por una partida de Monopoly que nunca se jugó.

–Bien. Seremos amigos. Puedo soportarlo.

–Trató hecho, entonces.

–¿Por eso has venido a la velada poética?

La miro a la cara y le mintió como si fuese un villano.

–Quería demostrarte que sé llegar a un compromiso

No estaba preparado para la dulce y arrebatadora sonrisa que él le regalo. Parecía complacido de verdad. Aunque había admitido que lo había hecho para evitar males mayores en el futuro.

–Gracias Yoon–dijo mientras tocaba su brazo.

–¿Vas a leer algo esta noche? –El omega solo asintió con la cabeza

–Sera mejor que vuelva. Suelo ser el último. Ve a dar una vuelta por la librería.

Lo observo alejarse para reunirse con la multitud y después empezó a caminar entre las estanterías. Sin prestarle mucha atención, escucho el siguiente poeta, recita los versos con el sonido de la música ambiental de fondo, y puso cara de asco. ¡Por la Diosa! Detestaba la poesía. Detestaba ese flujo de emociones complicadas y desatadas, al alcance de cualquier desconocido que quisiera compartirlas.

Las retorcidas comparaciones entre la naturaleza y la rabia, el sinfín se tópicas y las desconcertantes analogías llevaban a una hombre a cuestionarse su inteligencia. No, prefería una buena biografía o un clásico como Hemingway. Prefería la opera, donde había control tras las feroces emociones.

Una voz ronca y familiar brotó de los altavoces.

Se detuvo entre las sombras y observó a JiMin que se comía el pequeño escenario. Bromeó con los espectadores, les agradeció su presencia y presento su nuevo poema.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐭𝐨 𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐚𝐥 | 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora