Lo único que quiere Jimin es ayudar a su familia.
Lo único que anhela YoonGi es esa herencia y poder construir lo que sea.
Qué serán capaces de hacer para conseguir sus objetivos.
Yoonmin
Adaptación sin fines de lucro.
Créditos a su respectiva auto...
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Hye Kyo chasqueo la lengua y negó
–Kim NamJoon, los caballeros no hablan así, cuando hay personas decentes.
–¿Que personas decentes? –pregunto burlón
Su madre le dio un golpe en la cabeza
–Mejor ve con tu omega. Todos adentro brindaremos con champán, comeremos y después nos tomaremos un buen café.
–¿Podemos beber champán? –preguntaron las gemelas y su madre negó mientras se adentraba a la casa.
–Mocosa. Tu beberás un rico zumo de manzana. Ve con tu papi.
Bajo a su sobrina en el suelo y la vio correr hacia la cocina, afectada por la emoción reinante. La cálida aceptación de su familia lo envolvió en una capa acogedora y se impuso a los nervios que tenia en el estómago.
¿Seria capaz de llevarlo a cabo? Lanzar un hechizo de amor para atrapar a un desconocido muy rico que sacara a su familia de los apuros era una cosa. Pasar un año entero con un Min YoonGi de carne y hueso era harina de otro costal. Si sus padres se olían lo que había tramado un matrimonio de para salvar la casa familiar, nunca se lo perdonarian. Ni se perdonarian ellos. Pese a las contantes facturas del tratamiento médico para la enfermedad cardiovascular de su padre, el orgullo familiar lo instaba a rechazar cualquier ayuda económica de los demás. Saber que su hijo había sacrificado su integridad para salvarlos les partiría el corazón.
YoonGi la observaba con una expresión rara, como si intentara desentrañar algún misterio. El deseo de tocarlo quemaba los dedos
–¿Esta bien?–le pregunto.
–Si, entremos –contestó
Lo observo entrar en la casa mientras él intentaba que sus secas palabras no dolieran. Ya le había dicho que no le gustaban las grandes familias. No debería ser tan infantil como para tomarse su reacción tan a pecho.
Hizo acopio de toda su voluntad, levantó la barbilla y lo siguió. Las horas pasaron con una contundente lasaña, pan de ajo con queso y hierbas aromáticas recién horneados y una botella de vino. Cuando por fin se fueron al salón para tomar café y pastelitos, sentía un alegre cosquilleo en el cuerpo avivado por la mezcla de aromas que sentía a su alrededor. Olía a familia. A su familia unida y feliz. Miro a YoonGi mientras este se sentaba a su lado a una distancia prudente.
Tenía una expresión desdichada.
YoonGi escucho con educación, se río en lo momentos adecuados y representó el papel de un alfa perfecto. Con la salvedad de que no lo miraba a la cara, se alejaba cada vez que el intentaba tocarlo y no se estaba comportando como el prometido coladito por su omega.
Park Joong Ki se bebió el café con ademanes relajados.
–Bueno, YoonGi, cuéntame cosas de tu trabajo. –Jimin trato de intervenir, pero YoonGi lo tranquilizo, no le incomodaba hablar sobre su trabajo.