Lo único que quiere Jimin es ayudar a su familia.
Lo único que anhela YoonGi es esa herencia y poder construir lo que sea.
Qué serán capaces de hacer para conseguir sus objetivos.
Yoonmin
Adaptación sin fines de lucro.
Créditos a su respectiva auto...
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Una semana más tarde, YoonGi observaba a su esposo circular por la estancia y admitió que había cometido un error.
Uno muy gordo.
Si fuera menos hombre, desearía retroceder en el tiempo para cambiar la escena del beso con HoSeok. Lo habría apartado al instante, le habría contado a su esposo lo sucedido con orgullo y habría disfrutado de un resultado muy distinto.
Sin embargo, dado que detestaba semejantes tonterías, sólo le quedaba una alternativa. Sufrir.
JiMin circulaba entre los invitados como un majestuoso pavo real, vestido de un hermoso traje escarlata que prefería la sofisticada flor y nata de la alta sociedad. Llevaba el cabello con unos hermosos rizos.
Casi lo había desafiado para que le dijera algo cuando llegó al pie de la escalera, pero en esa ocasión mantuvo la boca cerrada, le comentó que estaba muy lindo y camino a su lado hasta su coche. Todo acompañado por el frío silencio que llevaba instaurado entre ellos toda una semana.
La irritación lo carcomía. Fue él quien le tiro encima un cuenco de helado. ¿Se había disculpado acaso? No. Se limitaba a tratarlo con una cordialidad neutra que lo desquiciaba. Se mantenía lejos de él, encerrado en su dormitorio, y callada durante la cena.
YoonGi no quería averiguar por qué su distanciamiento despertaba en él el deseo de agarrarlo y obligarlo a demostrar alguna emoción. No quería analizar la soledad que lo consumía ni por qué echaba de menos sus partidas de ajedrez, sus discusiones o el tiempo que pasaba con él por las noches. Echaba de menos las irritantes llamadas de teléfono a la oficina para hablarle de Mon o para suplicarle que adoptara a un perro del refugio.
De hecho, había logrado lo que quería desde el principio.
Un esposo de conveniencia. Un socio empresarial que vivía a su aire y que no se inmiscuía en sus asuntos.
Lo detestaba.
De repente, recordó el último beso. Sin embargo, las palabras de JiMin lo desconcertaban. ¿No se daba cuenta de lo mucho que lo deseaba?
La noche que apareció la policía creía haberle demostrado claramente su interés. En cambio, él había enarbolado el episodio de Hoseok como prueba de que nunca lo desearía de la misma manera. Jamás había soñado con Hoseok, ni se moría por tocarlo ni por reír con él. Jamás había querido discutir, jugar cosas tontas o tener una vida con HoSeok.
¿Por que le estaba pasando eso? YoonGi apuro el vaso y se dispuso a cruzar la estancia.
Tal vez había llegado la hora de averiguarlo.
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