「015 」

5.4K 649 9
                                    

El desafío conquistó al omega como cualquier jugador que hubiera olfateando una buena apuesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El desafío conquistó al omega como cualquier jugador que hubiera olfateando una buena apuesta. Yoongi presintio su victoria antes incluso de que JiMin accediera. Cuando asintió con la cabeza, estuvo a punto de relamerse los labios, porque de esa manera por fin lograria hacerse con el control de ese matrimonio durante los próximos meses.

JiMin repartió. Al ver sus cartas, el alfa estuvo apunto de echarse a reir, ya suponía cuál sería el resultado, pero se negó a ser clemente. El omega desechó una carta y cogio otra.

YoonGi mostró las suyas.

–Full

–Pareja de Jotas. Te toca.

El pelinegro le reconoció el mérito. El omega no cedía y mantenía sus emociones bajo llaves. Supuso que fue su padre quien la enseñó a jugar y, de no ser por su maestría en las cartas, Jimin habría resultado un rival difícil de vencer. En esa mano JiMin le mostró una pareja de ases, pero se rindió a su trío de cuatros.

–Una ronda más–anuncio

–Se contar. Me toca repartir. –Sus dedos volaron sobre las cartas– ¿Donde aprendiste a jugar al póquer?

YoonGi observa sus cartas de forma neutral.

–Tenía un colega que organizaba una partida semanal. Era una buena excusa para beber y eso.

–Pues te pega más el ajedrez.

YoonGi desecho una carta y cogio otra.

–Tambien se me da bien.

JiMin solto un resoplido fastidiado.

–Enséñame

El omega le mostró su escalera con expresión triunfal. YoonGi casi sintió lastima. Casi.

–Buena ronda. –Comentó con una sonrisa engreída– Pero no lo bastante.– Le mostró un póquer de ases, tras lo cual estiró las piernas al frente y apoyó la espalda en el sofa –Eso si. Lo intentaste.

JiMin lo observó, boquiabierto.

–La probabilidad de conseguir un póquer se ases jugando al five card stud es... ¡Madre Luna, hiciste trampa!

YoonGi negó al tiempo que chasqueaba la lengua.

–Vamos, Mochi, suponía que serias mejor competidor. ¿Sigues siendo un mal perdedor? En cuanto a mi favor...

YoonGi se pregunto si le estaría saliendo humo de verdad por las orejas.

–Nadie es capaz de conseguir un póquer de ases a menos que dé un cambio con las cartas. ¡No me mientas, porque yo había pensado en hacer eso mismo!

–No me acuses de algo que no puedes demostrar.

–Has hecho trampa –insistio, con un deje asombrado y espantando a la vez–Me has mentido en la noche de bodas. –menciono indignado. Haciendo que él mayor resoplará.

–Si no quieres pagar la deuda, dilo.

JiMin se retorció, furioso.

–Eres un tramposo. Min YoonGi

–Demuéstralo– retó

–Lo haré

Y con esas palabras se lanzó a sus brazos, por encima de la mesa auxiliar.

El pelinegro se quedó sin aire en los pulmones al sentir El impacto de su cuerpo y acabó tumbado sobre la alfombra, mientras él introducía una mano en las mangas de su camisa en busca de las cartas que sospechaba que había escondido.

YoonGi gruño, asaltado por el roce de ese cuerpo tan curvilineo sobre el suyo, si bien lo único que quería Jimin era encontrar evidencia de que había hecho trampas. Intentó quitárselo de encima, pero en ese momento él comenzó a rebuscar en el bolsillos del pantalón, pensó que, sí seguía buscando, acabaría encontrando algo. La carcajada se convirtió en un retortijones en las entrañas y de repente giró sobre el suelo llevándolo consigo y lo inmovilizó con su cuerpo, atrapandole las manos junto a su cabeza.

Durante la refriega, JiMin había perdido el pasador del pelo. Sus rizos castaños le ocultaban parte de la cara. Esos ojos azules lo contemplaban, furiosos, entre el pelo, destilando un desdén engreído que solo él era capaz de sentir después de haberlo arrojado en el piso lugar para reducirlo. Su pecho subía y bajaba con intensidad. Tenían las piernas enlazadas y él había separado un poco los muslos. El aroma a caramelo lo envolvió completamente.

Estaba en un gran problema.

–Se que tenias las cartas escondidas. Admitelo y ya está, para que podamos olvidar esto.

–Estas Loco, ¿lo sabes?–murmuró él– ¿Es que no captas las consecuencias de tus actos? –Lo vio hacer un puchero con el labio inferior y soltar el aire con fuerza. Aparto sus rizos de sus ojos– No he hecho trampas– El puchero siguió en su sitio. YoonGi solto una maldicion y le aferro las muñecas con más fuerza al tiempo que lo tenia verde por obligarlo a desearlo y no ser consciente del efecto que tenia sobre él –JiMin, ya no somos niños. La próxima vez que te tires a un Alfa al suelo, prepárate para lo que suceda después.

–¿Te crees Clint Eastwood o que? ¿Ahora vas a decirme algo así como: Alegrame el día

El calor que sentía en la entrepierna se le subió a la cabeza, ofuscandolo hasta que solo fue capaz de pensar en la cálida humedad de su boca y en la suavidad del cuerpo que tenia debajo. Ansiaba estar desnudo con él entre las sábanas revueltas; sin embargo, JiMin lo trataba como si fuera un irritante hermano mayor. Pero eso no era lo peor. El omega era su esposo. La idea lo atormentaba. El instinto atávico y troglodita de apodero de él, instándolo a hacerlo suyo.

Por ley le pertenecía.

El castaño lo retaba a convertir su ira en deseo, a sentir los labios húmedos y trémulos bajos suyos, mientras se rendía a la pasión. La lógica que lo había llevado a redactar una lista, a trazar un plan y a declarar que sería un matrimonio de conveniencia acabó arrojada por la boda.

Decidió hacer suyo a su esposo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙘𝙩 | 𝙔𝙤𝙤𝙣𝙢𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora