Capítulo 15: Sospechas

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Kaeya se encontraba acostado en la cama donde Bárbara le estaba haciendo un chequeo, las manos de la chica tenían pequeñas gotas de agua que al omega le daban cosquillas cuando lo pasaba por su vientre.

- Todo está muy bien - Dijo la chica - Tienes aproximadamente dos meses, ¿Has sentido algo inusual?

- Sólo cansancio, pero creo que fue por el viaje -

- De acuerdo, es mejor que no te esfuerces mucho y mantengas calma, tu matriz está algo débil pero no es nada de qué preocuparse, en cuanto al trabajo de papeleo podrías hacerlo pero solo unas cuantas horas al día, no quiero que te quedes hasta tarde trabajando -

- Está bien - La puerta de la habitación se abrió y Diluc entró con el semblante serio, pero Kaeya notó un olor que no le gustaba para nada - Diluc no te acerques más.

- Kaeya yo... -

- Vete a bañar, luego hablamos - Le miró seriamente y a Diluc le dió algo de temor la mirada que tenía su pareja.

El olor era tenue, pero podía recordarlo fácilmente, era el de su padre y ese alfa que lo tocó, no sabía porqué Diluc tenía ambos olores con él, pero si se encontró con ellos ya suponía lo que había pasado.

Al parecer, su alfa ya se había encargado de ellos.

- Está bien, volveré enseguida - Su mirada fue a los gemelos y ellos captaron la indirecta, se quedarían con Kaeya mientras tanto.

El alfa salió corriendo y Kaeya sintió la necesidad de salir de ahí, aún quedaba ese apestoso olor en el aire, desde que supo de su embarazo se ha vuelto más sensible a los olores, además de que él conoce perfectamente el aroma de su pareja y podía identificar leves cambios.

- Nos vemos luego Bárbara, gracias por todo - Dijo el peliazul y la chica asintió.

En el camino los gemelos y Paimon tenían una pequeña conversación, de vez en cuando le preguntaban algo o mencionaban cosas que les había pasado, pero Kaeya no dejaba de pensar en lo que había hecho Diluc, no quería que después tuviera problemas con Jean o los Caballeros.

Mientras su mente divagaba, inconscientemente estaba caminando hacía el Viñedo. Lo más probable es que Diluc hubiera ido a la taberna que era más cerca para bañarse en la pequeña habitación de arriba, así que aprovechó la caminata y trató de distraerse hablando con los chicos.

Cuando finalmente llegó al lugar, les agradeció la compañía y ellos dijeron que irían a explorar la zona por si algo y de paso avisarle a Diluc dónde se encontraba.

- Señor Kaeya - Dijo Adelinde quien venía con una canasta de manzanas - Que alegría verlo, ¿Acaba de llegar?

- Así es, Diluc no tardará en llegar -

- Fue una luna de miel bastante larga -

- Si, sobre eso... - Sus mejillas se tiñeron de carmín y desvío la mirada - ... Estoy embarazado.

La beta casi suelta la canasta del asombro, ella se había dado cuenta de la perdida del bebé cuando ambos comenzaron a ponerse tan mal, el que esté de nuevo en cinta le hizo alegrarse mucho.

- Que alegría - Dijo secando una lágrima - Sé lo mucho que quieren un bebé, me aseguraré de darle la mejor comida del mundo.

- Sobre eso... - El estómago de Kaeya gruñó y ambos rieron, después de todo, el viaje es bastante agotador y desde que vió a la beta, lo único que quería era cesta de manzanas, la chica lo notó y se las entregó.

- Disfruta estás manzanas -

- Gracias - Las tomó y dió un gran mordisco, estaban jugosas y grandes, realmente Mondstadt tenía las mejores manzanas.

Saliendo del abismo (DilucxKaeya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora