Capítulo 18: Lealtad

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Kaeya poco a poco comenzó a abrir los ojos luego de tan intensa situación, se sentía aún cansado y solo quería seguir durmiendo, pero cuando tocó su abdomen plano sus sentidos se colocaron alerta.

Buscó alrededor de la habitación y se encontraba solo, como pudo intentó levantarse pero el dolor seguía presente, iba a llamar a su alfa cuando la puerta se abrió revelando a Diluc quien venía con un pequeño bulto en brazos.

- Cariño - Se acercó rápidamente para ayudar a recostarlo en la cabecera de la cama - ¿Cómo te sientes?

- Soportable, ¿Cómo está el bebé? - Dijo inclinando su cabeza para ver mejor al bebé que Diluc tenía en brazos.

- La bebé - Corrigió Diluc entregándole su hija, la pequeña estaba despierta y cuando vió a Kaeya de inmediato comenzó a agitar sus manitas, el omega no podía estar más que complacido por tan inmensa alegría que estaba sintiendo - Noelle nos ayudó mucho, Bárbara también se fue hace poco luego de revisarlos a ambos, todo está bien.

- Es hermosa - Dijo acariciando suavemente la mejilla de su hija - Se parece a ti, es algo injusto sabes - Dijo riendo con lo último.

- Tiene tus ojos - Se defendió el alfa - En todo caso es hermosa, Bárbara dijo que era momento de alimentarla.

- Oh cierto - Desabrochó un poco su camisa revelando su pezón derecho y acomodó a la bebé para que pudiera comenzar a comer, de inmediato la niña empezó a beber tan deliciosa leche - Veo que tienes mucha hambre pequeña.

- Adelinde le preparaba fórmula para que tomara pero no era lo mismo, traía a la bebé todos los días con la esperanza que despertarás pronto, estaba preocupado, duraste dos días inconsciente y pensé que te perdería en el parto, la bebé tampoco lloraba cuando nació y... -

Kaeya tomó la muñeca de Diluc y sonrió, sin duda su alfa la había pasado muy mal cuando comenzó su labor de parto.

- Estamos aquí, no iremos a ninguna parte -

Diluc se inclinó y besó los labios de su esposo de manera lenta y cuidadosa, agradecía a los arcontes por permitirle tener ese momento con ellos, porque Diluc estaba seguro que no podría continuar si perdía a sus dos personas más importantes.

- Tenemos que poderle nombre a nuestra hija - Dijo Diluc separándose un poco para ver a la bebé.

- Que tal... Cristin -

- Me gusta -

Ambos se quedaron observando a su hija mientras se llenaba completamente, ella miraba ambos progenitores fijamente y luego cuando estuvo llena, se quedó dormida en los brazos del peliazul, una imagen realmente hermosa a los ojos del alfa.

🗝️

Las cosas siguieron su camino normalmente, Diluc iba a trabajar y se aseguraba de llegar temprano para ver a su familia, todo Mondstadt felicitó a los padres primerizos y al Viñedo llegaron algunos regalos para la bebé.

El tiempo pasó realmente rápido y ahora Cristin con un año y medio, saldría de paseo con su padre Kaeya.

El peliazul preparaba todo para su paseo, iría a Mondstadt para comprar algo de ropa para su pequeña, la bebé crecía bastante rápido y comía todo el tiempo.

Diluc dijo que se uniría a ellos tan pronto como acabará una reunión en la taberna, así que Kaeya pasaría toda una tarde con su pequeña.

El camino fué bastante normal y cuando llegó a la ciudad los caballeros que estaban en la entrada no pudieron evitar saludarlos y de paso mimar a la bebé.

Saliendo del abismo (DilucxKaeya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora