- Señorita por favor espere - Decía una de las criadas del Viñedo mientras trataba de colocarle un listón en la cabeza a una pequeña niña de cinco años, Cristin sin duda había heredado la personalidad juguetona de Kaeya.
Era el cumpleaños de la pequeña y sus padres le habían preparado una fiesta en celebración, pero la pequeña estaba muy entusiasmada y no se quedaba quieta para nada, ni siquiera cuando las criadas le estaban vistiendo.
La niña quería que la fiesta comenzará ya, así que se apresuró a ir a la habitación de sus padres en dónde abrió la puerta para ingresar.
Ambos estaban durmiendo abrazados pero fueron despertados de golpe cuando la pequeña comenzó a saltar sobre ellos.
- Papis, hoy es mi día, es hoy - Gritaba de emoción mientras Diluc trataba de recuperar el aire que había perdido.
Kaeya a su lado empezó a reír y apretó suavemente la nariz de su hija.- ¿Que haces levantada tan temprano? - Son las cinco de la mañana.
- Pero es mi cumpleaños - Dijo cabizbaja.
- Lo sabemos cariño - Dijo Diluc sentándose en la cama mientras cargaba a su hija - Feliz cumpleaños.
- Feliz cumpleaños pequeño tornado - Bromeó Kaeya y la niña rió.
Le tuvieron que decir que los invitados no llegarían hasta la tarde, así que se fueron a pasear con ella un rato hasta la hora indicada.
Muchas cosas habían pasado en esos años, finalmente la orden del abismo desapareció, pese a la maldición que tenían los habitantes de Khaenri'ah, los arcontes decidieron unirse para ponerle fin a la maldición y acabar con celestia, además, la gente de Khaenri'ah finalmente reconstruyo su nación gracias al gran apoyo de Aether.
Sin duda no fué una labor fácil, pero lo hicieron ya que Aether en su momento los ayudó a todos y ese fué el deseo que pidió a los arcontes, sumado también al deseo que su hermana Lumine renaciera.
Por qué si, desafortunadamente Dainsleif acabó con ella, fue una batalla feroz, el rubio intentó convencerla de recapacitar pero ella no aceptó, finalmente acabó sucumbiendo ante la espada del rubio, quien ahora es el Rey de Khaenri'ah, llevando su pueblo a una mejor calidad de vida.
Aether se había enterado de que fué Kaeya quien envió a Dainsleif a matar a su hermana, obviamente el rubio más bajo se enojó con el moreno y no se habían vuelto a hablar en años, era comprensible, pero aún así a Kaeya le dió bastante difícil el rechazo de su amigo.
- ¿En qué piensas cariño? - Preguntó Diluc sacándolo de sus pensamientos, los tres ya habían llegado a la cima de una pequeña colina donde su hija jugaba rodando colina abajo.
- Jean me dijo que había recibido una carta de Aether, vendría a Monstadt por unas vacaciones luego de haberse instalado a vivir en Liyue, estaba pensando que nunca pude disculparme con él -
- Era algo que debía hacerse y tú tomaste la iniciativa para lograrlo, gracias a ti la gente de Khaenri'ah está en paz -
- Lo sé, pero quisiera verlo al menos una última vez -
- ¡Papis! - Gritó Cristin a la distancia haciendo que los dos adultos salieran corriendo en su dirección.
La niña se había topado con un jabalí que estaba a punto de golpearla cuando fué rescatada por un joven que pasaba por ahí.
Cristin agradeció al joven y salió corriendo dónde sus padres quienes se quedaron viendo a su salvador.
- Aether - Dijo Kaeya viendo al viajero quien le miraba fijamente.
- Kaeya, Maestro Diluc - Saludó y miró al peliazul - Ha pasado un tiempo, ¿Podemos hablar Kaeya?
- Claro -
Diluc se alejó un poco con Cristin para darles más privacidad pero al mismo tiempo seguían en su campo de visión. Pudo ver cómo ambos gesticulaban palabras y luego Aether abrazó a su esposo quien le devolvió el gesto. Con eso Diluc supo que habían logrado reconciliarse.
Kaeya les hizo una señal para que se acercarán y ahí fué cuando el moreno presentó a su hija a Aether, ambos se saludaron y la niña quiso hacerle trenzas en el largo cabello del joven así como hacía en el de su papi.
Aether por supuesto aceptó y no solo eso, sino que también fué invitado a la fiesta de la pequeña, dónde horas mas tarde tendría el reencuentro con sus antiguos amigos.
La fiesta fué de lo más divertida y Cristin jugó todo el día, cuando cayó la noche fué Diluc quien tuvo que llevarla a su cama, ya que se había quedado dormida en uno de los sofas.
Cuando finalmente vió que la niña no se despertaría, regresó a su habitación para hablar con su esposo sobre su reconciliación con el viajero.
- Me alegro que hayas podido reconciliarte con él - Le dijo a Kaeya, ya ambos se encontraban en su cama descansando.
- Su hermana renació - Comenzó a contar con una sonrisa en su rostro - Aún es pequeña, tiene la edad de Cristin pero permanecen recuerdos de su vida pasada, recuerdos junto a Aether mucho antes de llegar a este mundo.
- Eso es una buena señal, así no recordará nada de cuando llegó aquí -
- Me dijo que lamentaba lo sucedido, en el fondo sabía que era lo mejor, no quería ver a su hermana encerrada por el resto de su vida, aún así no pudo evitar reaccionar así -
- ¿Por qué vino de repente? -
- Está marcado y su alfa y él quieren tener un bebé - Dijo recordando lo emocionado que estaba por su relación con su alfa - Quería algunos consejos maternales, saldré con él un rato mañana, necesitamos ponernos al día.
- Claro, Cristin y yo te estaremos esperando, disfruta tu día -
Y así a la mañana siguiente ambos omegas tuvieron su encuentro, reían y hablaban de muchas cosas, Aether le dijo que Xiao le había propuesto matrimonio y quería que la pequeña familia fuera a su celebración en Liyue, por supuesto que Kaeya aceptó y finalmente pudo sentir que había cerrado por completo ese ciclo de guerra.
Ya tenía todo lo que alguna vez soñó.
Libertad suya y de su gente.
Amigos queridos que podía contar con ellos cuando los necesitará.
Un esposo amoroso.
Y una hija que tanto soñó.
Frecuentemente visitaba la pequeña tumba que había hecho para su primer hijo, llevaba flores o algún recuerdo, pero ya no sentía esa soledad como las primeras veces, ahora estaba en calma, deseando que su hijo también lo estuviera allá en el cielo.
- ¿Todo bien Kaeya? - Preguntó Aether cuando el moreno se quedó perdido en sus pensamientos, ambos se disponían a ir al Viñedo después de su largo dia.
- Si, solo recordaba viejos tiempos, en saber que finalmente puedo decir que tengo todo lo que alguna vez quise -
- Las recompensas llegan a quienes obran bien, pasaste por mucho y ahora es tiempo que seas feliz -
- ¡Papi! - Gritó Cristin quien estaban jugando con Diluc a las afueras del Viñedo, en cuanto vió a su padre salió corriendo hacia él.
Kaeya observó cómo la pequeña venía corriendo hacia él y Diluc detrás lo esperaba con una canasta de frutas y una gran sonrisa.
- Si... Sin duda soy muy feliz - Sonrió Kaeya recibiendo en sus manos a su hija y los tres siguieron caminando hacia el Viñedo, hogar que tanto querían.
***
Gracias por acompañarme en esta historia, realmente quería escribir algo de esta pareja, próximamente llegará una nueva historia llena de emociones, se llama "Arrepentido (Diluc x Kaeya)", alisten pañuelos para lo que se viene.
Me gustaría más adelante hacer de otras parejas. Me encanta el Xiao x Aether, Cyno x Tighnari, Zhongli x Kaeya, etc...
En fin, veremos qué me animo a hacer primero. Gracias nuevamente por su apoyo y nos leemos en otra historia.
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Saliendo del abismo (DilucxKaeya)
FanfictionDiluc era un joven alfa que prometía mucho, poder, fuerza y lealtad, eran las características que más le describían, pero un suceso inesperado cambio su vida radicalmente con la llegada de su "Hermano jurado", un pequeño omega que al no tener a dónd...