Los deseos de Diluc sobre que quería que su bebé se moviera bastante se hizo realidad, ya que las siguientes semanas fueron algo ajetreadas y su hijo estaba muy inquieto.
Justo como ahora, dónde ya era tarde de la noche y Kaeya no sabía cómo hacer para que su hijo se quedará quieto, tenía sueño y estaba cansado, pero su bebé estaba decidido a no dejarlo dormir.
- Es tu culpa Diluc - Dijo apretando la nariz del alfa quien se despertó de golpe - Si yo no puedo dormir tu tampoco.
- Ya desperté - Dijo sentándose en la cama - ¿Quieres que te traiga algo?
La mirada de Kaeya se iluminó y asintió contento.
- Quiero pollo asado a la miel - Sintió otra patada de su bebé - .... Y jugo de uva.
A Diluc no le importó que fueran las dos de la mañana, él salió para preparar la comida que su omega y bebé quería.
Luego de tan esperada cena nocturna y que el bebé finalmente se calmara, los días siguientes marchaban normal, ambos siguieron con sus labores y poco a poco el otoño se acabó, dando paso a un invierno, dónde las cosas se pusieron complicados para ellos, puesto que cuando Kaeya llegó al octavo mes, enfermó, el invierno le dió muy duro y pese a que no salía del Viñedo, los cambios de temperatura le afectaron bastante.
- Maestro Diluc - Dijo Adelinde llegando con una bandeja de medicinas - Aquí está la medicina que ordenó.
- Gracias - El alfa tomó el té de flor dulce y se lo tendió a su esposo quien trataba de levantarse de la cama - Bebe esto, te ayudará con la garganta.
- Gracias - Susurró tomando la bebida.
Debido al avanzado embarazado, debía cuidarse mucho, ya que podria ser peligroso.
- ¿Que ha dicho Bárbara? - Preguntó Diluc a Adelinde.
- La maestra Jean envío una carta diciendo que la señorita Bárbara se encontraba en una misión cerca de Liyue, le tomará unas semanas regresar y ella se encuentra en Sumeru realizando unas negociaciones -
- Maldición, ¿Y Albedo? - Preguntó cómo último recurso, quizá el rubio tenía algo para la fiebre en medio de todas esas pociones de alquimia.
- Está en Espina Dragón, ocurrió una avalancha y tuvo que tomar otro camino, se va a demorar más de la cuenta -
- ¡¿Acaso no hay más médicos en Mondstadt?! - Exclamó enojado, pero no con la chica, sino con la situación.
- Está bien Diluc - Dijo Kaeya tratando de calmarlo liberando feromonas - No estoy tan mal cómo para requerir un médico.
- Kaeya, apenas comes, tu fiebre no ha bajado y ni siquiera puedes mantenerte de pie, necesitas ayuda urgente -
- Iré a Mondstadt a buscar otro médico - Dijo Adelinde - Haré todo lo posible por traer a alguien.
La beta salió corriendo a buscar ayuda, no podía dejar que algo le sucediera al omega o al bebé.
Mientras tanto, Kaeya volvió a acostarse y Diluc cambio el paño tibio de su frente, no había nada más que pudiera hacer, solo darle medicinas caseras y té, en ese momento desearía poder hacer mucho más.
- Diluc, quiero ir al baño - Susurró Kaeya sacando al alfa de sus pensamientos.
- De acuerdo -
Le ayudó a llegar al baño y se mantuvo en la puerta por si necesitará ayuda, estuvo ahí un rato hasta que empezó a escuchar unos quejidos dentro, cuando ingresó nuevamente, Kaeya estaba sentado en el suelo con las manos alrededor de su vientre.
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Saliendo del abismo (DilucxKaeya)
FanfictionDiluc era un joven alfa que prometía mucho, poder, fuerza y lealtad, eran las características que más le describían, pero un suceso inesperado cambio su vida radicalmente con la llegada de su "Hermano jurado", un pequeño omega que al no tener a dónd...