Capítulo 34: El abismo (parte 1).

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Capítulo 34: El abismo (parte 1).

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Hora: 4:20 de la mañana. Queda cuarenta minutos para el ritual.

En la cocina del castillo, tú estabas furioso mientras mirabas a las monstruosas personas delante tuyo mientras perdían la cordura y eran dominadas por su hambre nuevamente.

Las sirvientas salieron de la cocina lentamente, pero preocupadas al dejarte ahí.

Usted rio y dijiste:

T/N: ¿Hambre tienen, culeros? Pues prepárense, porque les prepararé una hermosa putiza.

Y al terminar de decir eso, tomaste un sartén que estaba ahí. No era de buena calidad, pero servirá para golpear, y eso era lo que más te importaba.

Las personas, como animales, fueron para intentar devorarte hasta no dejar ni los huesos ni sangre en el piso.

Usted, con un sartén y un cuchillo que viste y tomaste, te preparaste.

T/N: ¡Hora de cocinar!

Usted usó el sartén para golpear al que estaba más cerca, pero, a pesar de aturdirlo, el sartén se rompió dejándote solo con el mango.

T/N: Uy. Adiós.

Dijiste, botando el mango.

Con el cuchillo, cortaste las manos del siguiente que estaba cerca, pero eran demasiados que no podías darte el lujo de deshacerte uno por uno.

T/N: 0_0 Ay, mamachita Santa.

Por otro lado, las sirvientas observaban cómo podías hacerles frente a esas personas. Ellas se impresionaron, pero veían que también tenías dificultades.

Sirvienta 1: ¡Necesitamos ayudarlo!

Sugirió, una de las sirvientas, mientras oían platos quebrándose y un gran alboroto en la cocina.

Sirvienta 2: Ya lo intentamos, pero él lo echó a perder al salirse de la caja.

Sirvienta 3: ¿No hay otra opción?

Las mujeres miraban la cocina para ver qué podían hacer, pero solo vieron el horno. Fue la única opción.

Sirvienta 1: Y qué tal si...

Volviendo contigo...

T/N: ¡AAAARGH!

Las personas eran persistentes, y no dejaban de perseguirte por toda la cocina.

Intentabas de todo. Intentabas usar los utensilios, los muebles, unas carnes frescas de ahí, pero nada los detenía. El hambre los mantenía vivos a todos ellos además de los deseos de devorarte vivo.

Mente de T/N: (¡Necesito un puto plan ahora!)

Fue lo que pensabas mientras los atacabas a distancia con una super cuchara.

Ni siquiera sabías de dónde sacaste la super cuchara.

Mente de T/N: (Fuego azul... ¡Por favor, aparece!)

En tus pupilas se podía divisar pequeñas chispas para encender un fuego, pero no lograban prenderlo.

Mente de T/N: (S-sé que apareces cuando más te necesito, y más cuando no tengo escapatoria... ¡Pero en serio, EN SERIO, necesito usarte libremente a mi antojo! ¡Quiero ser tu dueño aunque sea por esta noche!)

Sirvienta 1: ¡Usa el horno!

Pero tus pensamientos y tu concentración en batalla fueron interrumpidas por aquella sirvienta.

Un Mago Muy Vago. (Lector Mexicano X LWA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora