Capítulo 40: El Infierno (parte 3).

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N/A: A muchos no llegó la notificación del capítulo que sería anterior del anterior a este, así que aviso porque Wattpad me anda jugando mal.

En fin, disfruten del capítulo :D

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Capítulo 40: El Infierno (parte 3).

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Anteriormente en el infierno, usted estaba luchando contra la Hidra de Lerna, y justo habías pensado en un plan para derrotarla gracias a un recuerdo recuperado.

Con al idea en tu mente de quemar las células y tejidos regenerativos, sólo era cuestión de ver si resultaba o no.

T/N: Confío en tu doctorado, patrón.

Y sin más, usted jaló el látigo para sacarlo del techo de piedra lonsdaleíta y comenzar una caída libre.

Lucy jadeó cuando te miró caer mientras que Belfegor sonreía. Usted tenía una mirada determinada, y la Hidra de Lerna una mirada ciegamente asesina. La Hidra de Lerna lanzó todas sus cabezas a por ti. Con eso, sonreíste.

T/N: ¡Ahora sentirás lo que sintió el Hombre Lagarto aquella ocasión!

Usted lanzó el látigo, y este se envolvió en el cuello de una de las cabezas. Usted se balanceó y llegaste, esquivando, hacia el cuello de la cabeza.

T/N: Bien, ¿estás listo, fuego azul?

El fuego azul no apareció... pero sí tu fuego natural que despertaste hace poco en la anterior batalla: el fuego rojo, un fuego que representa tu poder natural. Usted se sorprendió al ver ese fuego, nuevamente.

T/N: Otra vez este fuego... Yo esperaba al azul, pero algo es algo.

Aquel fuego se prendió en tu mano la cual tenía el machete. Ese fuego cubrió y prendió el machete y lo quemó rápidamente hasta dejarlo al rojo vivo en unos dos segundos.

T/N: ¡Listo! ¡Toma esto!

Usted cortó el cuello de la Hidra de Lerna, pero sólo uno de todos. Rápidamente pusiste tus manos en la parte amputada, usando el machete abajo, para quemar las células y tejido. La Hidra de Lerna, al contrario de las ocasiones anteriores, esta se sacudió por el ardor y te lanzó lejos de ella.

Usted rodó e intentaste recomponerte. Una vez estando en el suelo, buscaste, con la mirada, la parte recien cortada de la Hidra. Belfegor y Lucy estaban atentos, aunque este primero parecía aburrido, pues estaba bostezando.

Belfegor: Qué flojera mirar...

El demonio miró a Lucy.

Belfegor: ¿Puedes mirar por mí?

Lucy: -_- ...

Todas las cabezas de la Hidra de Lerna miraron el cuello cortado... y nada, no pasó nada. Usted abrió los ojos con sorpresa al igual que los dos espectadores. La Hidra de Lerna... no regeneró su cabeza cortada. Tu plan funcionó.

Belfegor: ¡¡Es imposible!!

Usted escuchó el grito del demonio y dijiste, celebrando:

T/N: ¡Ja! ¡Es totalmente posible!

La Hidra de Lerna se lanzó hacia ti para matarte, y tú fuiste hacia ella con la misma idea. Muchas cabezas salieron disparadas en tu dirección para morderte y tragarte, pero tú rodaste y saltaste por todos lados para evadirlas, pero teniendo sólo unos rozones con algunas. Y, finalmente, llegaste adonde estaban todos los cuellos reunidos. Haciendo juego y presumiendo elegancia con tu machete, usted saltó sobre la cabeza de una la cual se estrelló contra en suelo al intentar tragarte.

Un Mago Muy Vago. (Lector Mexicano X LWA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora