Un Mago Muy Vago. (Lector Mexicano X LWA)

Capítulo 56: Los últimos detalles.

Capítulo 56: Los últimos detalles.

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Un nuevo día llegó a la academia favorita de todos. El sol iluminó los cielos desde el horizonte, dando señal a que muy pronto saldrá a presumir de su grandeza. Las profesoras y directora de la academia se despertaron temprano, a las cinco de la mañana como las mujeres responsables que son.

El primo, el joven, el español, María y las criaturas mágicas también se despertaron para comezar con el laburo. Todos fueron a por sus uniformes de trabajo.

En la enfermería, un sonido revivió desde una alarma despertadora, señalando la hora exacta de las cinco en punto de la mañana.

La enfermera, por la costumbre que casi era arruinada por cuidar al mexicano desde los primeros días después de Drácula, abrió los ojos, permaneciendo inmóvil por unos instantes antes de sentarse en la camilla y estirar su cuerpo, bostezando.

Ella se talló los ojos y se puso de pie, con los ojos cerrados, para apagar la alarma que está sobre su escritorio. Después salió de ahí, todavía sin darse cuenta de que el mexicano ya no estaba en esa habitación.

La mujer llegó a la sala principal de la enfermería en donde el mexicano se encuentra acostado sobre una camilla, duermiendo abrazado de una almohada. Ella caminó hacia una cafetera que se ubica en el otro extremo de la habitación.

La enfermera vertió cinco cucharadas de café y agregó el agua después. Encendió la máquina y, mientras se hacía el café, volvió a la otra habitación para cambiarse.

Mientras tanto, el mexicano se fue despertando cuando la puerta se cerró.

T/N: Mmm... Que shingue su madre el PRIAN... Quemen sus banderas... Córtenle las cabezas a los masiosares... Y destruyan Europa...

Él apretó los ojos cuando salió de su sueño, se sentó en la camilla y se talló los ojos, quitándose las chinguiñas. Se levantó de la camilla y se estiró un poco cuando fue directo al baño para ir a mi'arbolito.

Cuando cerró la puerta, la enfermera salio casi vestida, pues se le olvidó meter los panes a tostar. Cuando se volvió a meter en la habitación, el mexicano salió del baño, secándose las manos con su ropa. Él se volvió a sentar en su cama y se cubrió con la cobija.

T/N: Otro sueñito más, que me quedé en la mejor parte de la peli...

Cuando él estaba entre dormido y despierto, la enfermera salió y se dirigió al baño para hacer sus necesidades, cepillarse los dientes y arreglarse el cabello.

Tiempo después, el café se había preparado, y el pan se tostó.

El sueño guajiro del mexicano se vio interrumpido por el olor del café acompañado del pan tostado. Él se desacobijó, olfateando en el aire el delicioso olor.

T/N: ¡Mmm!, pozole...

Una mano hecha del vapor del pan y del café flotó hacia tu naríz, invitándote moviendo un dedo como diciendo, con el rico aroma: "Ven y cómeme. Házme tuya".

El mexicano convocó sus alas inconscientemente  y voló suavemente hacia la cafetera. Aterrizó en el suelo y cerró sus alas.

En ese momento, la enfermera salió del tocador. Ella finalizó su preparación colocando su sombrerito de enfermera sobre su cabeza. Ahora sí que estaba lista para comenzar el día.

Ella caminó hacia la cafetera, sin notar al mexicano.

Éste se sirvió café en un vaso y colocó los dos panes tostados sobre un plato. Cuando la enfermera llegó con él, el mexicano la miró y le entregó el vaso y le acercó el plato para que ella tome un pan tostado.