¿Podré recuperar esos hilos? ¿Por qué los perderé? ...
Esa duda la tuvo inquieta el resto del día. Además era de mente inquieta, reflexiva, y esas preguntas merecían respuesta. Pero las clases ocupaban un espacio importante de concentración, y su círculo de amigas exigía otro porcentaje de esta, no había mucho que pudiera hacer al respecto. Sin embargo, cuando podía desconectarse por breves segundos, se sumergía en ese mar en el que la física y lenguaje y matemáticas y ciencias eran nada y todo a la vez, y donde podía soñar con otras vidas, otros mundos, otras dimensiones, otras situaciones, otras personas, meterse en ellas y ser ellas, vivir sus vidas en esos mundos desconocidos pertenecientes a otras dimensiones viviendo otras situaciones, quizás fuera del colegio, en la playa, o en la montaña, en el campo, o caminando en el bosque, pensando en que cocinar, o en la carta que le mandará a un amigo lejano, o reflexionando, le gustaba cuando reflexionaba, y esta vez era una persona que reflexionaba, y precisamente sobre los hilos.
¿Podré recuperar esos hilos? ¿Por qué los perderé? ... poco y nada nos preocupamos por lo que pensamos, nos preocupamos de pensar sólo cosas "racionales" y todo lo que no tiene sentido lo desechamos. Quizás por esa naturaleza innata de la humanidad de no pensar en cosas irreales es lo que nos motivan a perder esos hilos (que sólo logran hilarse en la inconsciencia), y quizás por eso no los recordamos conscientemente o no vuelven a ser lo mismo. Y quizás por eso...
-¡Hey! ¡Hey! ¡Reacciona!
-¿Ah? ¿Qué pasó?-dijo un tanto atolondrada. Nuevamente el hilo cortado.
La clase siguió, los minutos pasaban, el cuaderno se llenaba de materia, las palabras entraban y se almacenaban en su cerebro, y todo lo que pensó anteriormente en el lapso, así como llegó y cubrió todas sus ideas con ese pensamiento, se derritió como la nieve cuando llega el calor, y todo quedó embarrado, sucio, deformado, inteligible.
ESTÁS LEYENDO
Al filo del fin
RandomEra temprano por la mañana. Ella se preparaba para ir al colegio, se vistió, tomó desayuno, se lavó, ordenó su mochila y, después de despedirse de su mamá, salió a esperar la micro. Era temprano por la mañana, aún estaba oscuro, la gente aún dormía...