Era una mañana fría de otoño, así que decidieron buscar un lugar donde llegara el sol para sentarse. Estaba despejado y hace poco había amanecido (amanecía alrededor de las nueve de la mañana, y eran cerca de las diez y media), y el sol aunque aún era escaso y había pocas zonas donde llegaban sus rayos, estos eran cálidos y su calor penetraba las capas de hielo que le impedían sentirse libre, tanto de movimiento como de pensamiento. Calor, ese calor tenía algo especial, y le traía recuerdos tan cálidos como esos rayos. Recordaba el verano, la playa, la arena caliente bajo sus pies; recordaba la fogata en los días de campamento, y se veía a ella acurrucada en la silla con su manta; recordaba abrazos cálidos de sus hermanos, de su papá y de su mamá, y de su perro también; recordaba días de invierno acostada en el sillón tomando café y viendo películas, y cuando su papá encendía la estufa y veía intrigada las llamas como danzaban; recordaba el calor que sentía recorrer su cuerpo hasta sus mejillas cuando se alegraba por algo, por estar con sus amigos o cuando estaba con él. Eran recuerdos cálidos y agradables, y por un segundo vio una sucesión de imágenes de su vida pasar frente a sus ojos; quedó sin aliento, conmovida, alterada, su estómago se apretó, su corazón se detuvo y sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Por qué vio todo eso? Su vida paso literalmente frente a sus ojos, y la asustó. Quería salir corriendo y gritar y llorar y cerrar los ojos y al abrirlos sentir que todo era un mal sueño, y fue cuando pensó eso que todo se congeló, quedó estático, inmóvil y al final se apagó. Oscuridad al principio, luego una luz tenue y por último se encontraba en la sala, en su puesto, igual a como estaba cuando llegó por la mañana.
Todo fue un sueño, pensó sorprendida y aliviada de que no haya sido real, pero aún había algo que la tenía intranquila, y por esa extraña sensación fue que no quiso volver a cerrar los ojos.
Ya no se que es la realidad...
ESTÁS LEYENDO
Al filo del fin
RandomEra temprano por la mañana. Ella se preparaba para ir al colegio, se vistió, tomó desayuno, se lavó, ordenó su mochila y, después de despedirse de su mamá, salió a esperar la micro. Era temprano por la mañana, aún estaba oscuro, la gente aún dormía...