Primera parte. Oscuridad

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Era temprano por la mañana e iba camino al liceo. Ese era un día viernes, pero no uno cualquiera: era el primer viernes del año escolar; los viernes salía temprano, y eso significaba solo una cosa: salir; y ese viernes, ese primer viernes saldría con él, y que mejor que terminar la semana pasando la tarde a su lado, conversando, riendo, memorizando su rostro, su voz, sus gestos... a él completo. Iba pensando en él cuando se subió a la micro. E iba pensando en él cuando ocurrió... un bocinazo, un fuerte frenazo, al costado por la ventana una luz cegadora, y el golpe, frío, estrepitoso, metálico, y luego... oscuridad.

Al filo del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora