Niebla

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Las palabras "precaución con el cierre de puertas" la sacó de su ensimismamiento. Solía perderse en sus pensamientos, en esa tormenta de ideas, sentimientos, sensaciones, recuerdos... recuerdos, era algo en lo que le gustaba pensar, recordar, su niñez, o el día de ayer, la semana pasada, cuando iba en básica, las salidas con sus amigas; también pensaba en crear historias, le gustaba crear personajes, con sus vidas, sus lazos, sus finales... Iba pensando en una de esas historias, pero su ensoñación se perdió cuando se percató de que había llegado a su estación. Se bajó y siguió su camino hacia el liceo. Como se iba más temprano que sus compañeras, aparte de que no se topaba con ninguna, podía disfrutar de la calma de la mañana, oscura, fresca, silenciosa; era el momento que tenía antes de iniciar otro monótono día en clases, para pensar en lo que quería sin ser interrumpida; quiso seguir pensando en la historia del metro, pero ya se había ido, como todo lo imaginario, efímero, como esas caminatas de las mañanas. Llegó a su sala, que se encontraba aún vacia, con sueño como todos los días, y antes de que se llenará poco a poco, y el ruido se tornara insoportable se recostó en su banco y se sumió en otra de sus tantas ensoñaciones, dejando que de a poco su vista se apagara y nuevamente entrara en su mente, sumida en niebla.

Al filo del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora