Luego de ese extraño sueño, que le pareció tan real, tan tangible, tan posible, se sintió intranquila el resto de la mañana. Sus amigas todavía no habían llegado, y como no llevó sus audífonos para escuchar música y no tenía nada para leer, no le quedaba otra que esperarlas junto con sus pensamientos y el recuerdo del mal sueño aún muy fresco en su memoria.
Mal sueño... mal sueño... ¿mal sueño? ¿Fue un sueño? Todo había sido tan normal, o al menos había comenzado como un día normal. Pero, ¿había realmente comenzado normal? Había pasado, o más bien dicho, pensado tanto en tan poco tiempo, recreé una realidad que me pareció serlo realmente. Ahora me pregunto ¿cómo será el resto del día?, ¿será como en mi sueño?, ¿querré que sea como en mi sueño?...
Justo en ese momento salió de su estado de reflexión porque percibió la llegada de una de sus amigas, la que al igual que ella, llegaba temprano. Decidió que aprovecharía ese momento para hablarle de lo que le había sucedido; con ella sentía una confianza muy fuerte, y podía hablarle sobre estas cosas más... ¿importantes... íntimas... distintas...?
-Güena- la saludo ella.
-Güena- le respondió su amiga. Era su típico saludo de las mañanas.
-¿Cómo estás?
-Bien, con sueño.
-Como día viernes.
-Como día viernes. ¿Y tú?
-Mmm... sobre eso quería hablarte.
-Ya, qué pasó.
-Es algo que pasó hoy, pero distinto; es sobre un sueño que tuve hace un rato; llegué y me recosté para tratar de dormir un poco y al parecer funcionó, porque fue tan profundo que imaginé todo lo que pasaba este día hasta el recreo y creí que era real hasta que empezaron a pasar cosas extrañas y empecé a desesperarme y de pronto me encontraba aquí recostada como en la mañana y que todo era un sueño- lo dijo todo de corrido y sin detenerse, ya que se encontraba muy alterada, que tuvo que parar de golpe para recuperar el aliento. Con la mirada, que representaba súplica y comprensión, le pidió a su amiga una respuesta, y ella, con una mirada de lástima y una mueca irónica, la miró y le dijo:
-Es que no entiendes que aún estás soñando- y su mirada se convirtió en algo más que súplica, transmitía preocupación, dolor; la tomó por los hombros, al principio delicadamente, y luego con ira- despierta, por favor ¡despierta!Y nuevamente todo se volvió nebuloso, y la transición se repitió: oscuridad, la luz tenue, el banco; se encontraba igual que en la mañana, pero más aturdida y confundida que antes. Y como una ráfaga de viento, desapareció.
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Al filo del fin
عشوائيEra temprano por la mañana. Ella se preparaba para ir al colegio, se vistió, tomó desayuno, se lavó, ordenó su mochila y, después de despedirse de su mamá, salió a esperar la micro. Era temprano por la mañana, aún estaba oscuro, la gente aún dormía...