Emma pasó toda la mañana tratando de enfocar su mente en otra cosa que no fuera un cuerpo de piel morena y unos ojos azules que derretían todo a su paso.
Y lo logró cuando recibió la llamada de un hospital al que había ido días antes, eso la llenó de alegría y la hizo sentirse autosuficiente, algo que nunca había querido era depender de las influencias de sus padres para conseguir empleo luego de terminar su carrera y la llenaba de dicha el saber que junto a Lucas se estaba abriendo camino en un país que no era el suyo, todo estaba saliendo mejor de lo que esperaba, la vida era muy buena.
-¡Estoy en casa!- La voz de su amigo era todo lo que necesitaba para que esa felicidad se multiplicara.
- ¡Me han llamado! ¡Lucas, me han llamado!-
El rubio no tuvo tiempo de analizar lo que ella decía pues ya la tenía colgada de su cuello y solo atinó a abrazarla y contagiarse de su alegría.
- ¿Ya tienes empleo? - ella se separó de el negando.
- Aún no es oficial, quieren verme para una nueva entrevista y ponerme a prueba, pero creo que es muy posible.-
El volvió a abrazarla completamente orgulloso de ella.
- Me da mucho gusto M&M... este país nos está dando la oportunidad de iniciar nuestro camino...-
- Vamos a lograr grandes cosas aquí Lucas, juntos...- dijo ella llena de fe.
- Así será M&M...-
El silencio que siguió a eso no fue incómodo y era que ellos estaban tan acostumbrados a la presencia y cercanía del otro que aquello era completamente normal.
Pero eso estaba por cambiar, la costumbre, la monotonía que esa amistad les había dejado era lo que había impedido en primer lugar que Emma desarrollara sentimientos más profundos por algún hombre, combinado con sus estudios que la habían mantenido siempre ocupada, el haber tenido siempre al rubio había llenado todo el espacio en su vida, pero eso había quedado atrás y el destino incluiría a dos personas más en su vida y el amor sería quien decidiera poner a cada quien en su lugar.
El sonido de un celular rompió el momento, Lucas se apresuró a responder cuando vio el nombre de una joven en la pantalla.
- Hola Andrea... claro que me gustaría cenar hoy contigo... perfecto, paso por ti en una hora.-
Emma lo observó con curiosidad unos segundos, lo conocía tan bien y ese brillo que tenían sus ojos era el mismo que tenía cada vez que alguien comenzaba a gustarle más de la cuenta.
Cuando llegó a casa aún las estrellas brillaban en el cielo, había ido directo hasta la habitación de su amigo y este no se encontraba por lo que dedujo que se había quedado con la morena, en el fondo le daba gusto verlo ilusionado con una chica, solo que era muy rápido, no entendía el sentimiento que se estaba instalando en ella.
- ¿Saldrás a cenar?- preguntó ella cuando el dejó de hablar con la chica.
- Si M&M, saldré con Andrea.-
Emma asintió y no pudo evitar preguntar lo siguiente:
- ¿Y está noche también dormirás con ella?- Lucas ensanchó los ojos un poco al verse cuestionado.
- Tal vez, igual que tú lo hiciste con el ruso.-
Emma casi se ahoga con el agua que había empezado a beber.
- ¿Cómo sabes eso?- preguntó sintiéndose como si la hubieran pillado en una situación comprometedora.
Algo en Lucas se rompió al ver que ella no lo negaba, un sentimiento extraño al que había creído haber superado muchos años atrás.
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Conociendo a Alex.
RomanceEmma era la vida hecha mujer, demasiado joven, demasiado viva. Amaba cuidar de los demás, esa era su pasión, debido a su empeño e inteligencia había logrado convertirse en enfermera, sus padres le habían obsequiado un viaje por los países de américa...