33.

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Emma buscaba a su cuñado entre el resto de personas que esperaban a sus familiares y amigos y al verlo se acercó con rapidez pues ansiaba llegar rápido al hospital.

- ¡Hola! ¡hola!-

- Hola Emma... -saludó el con su sonrisa tranquila de siempre.

- ¿Les contaste sobre mi llegada?-

Eric negó rápidamente. -  No he dicho nada, tal como lo pediste.-

- Gracias por ser mi cómplice. Ya quiero ver la cara de sorpresa que pondrá mamá...-

- Y tu abuela también.-

- ¿Cuándo llegó?- quiso saber la rubia bastante emocionada.

- Hace unos días, por cierto  no ha dejado de preguntar por ti y por Alex...-

- Por favor dime qué no le hablaron sobre Alex y Marina...-

- Fue lo primero que hizo tu padre, incluso Emily lo sabe.-

Emma estuvo tentada a regresar por dónde había venido y visitar a su familia cuando su hijo tuviera varios meses de vida, ya era complicada la relación de su novio y su padre, no quería imaginarse lo mal que la pasaría Alex con su abuela y su hermana, ese par podía ser bastante molesto.

- No entiendo que ocurre con papá... ni siquiera tu tuviste que soportar su actitud de macho protector por mucho tiempo...-

- Bueno Emma, mi relación con tu hermana fue muy distinta...-

- ¿Distinta? Eres mayor que ella, también se embarazó muy jóven... No hay ninguna diferencia.-

Eric pensó unos segundos que argumentos usar, sabía que su cuñada tenía un punto muy válido, pero igual entendía la postura que tenía su suegro, Emma era la luz de sus ojos, la hija que cumpliría los anhelos que el por cosas de la vida no había podido, era su mayor orgullo. Emily por el contrario siempre había sido rebelde y con ideas muy firmes que ni siquiera el lograba cambiar y probablemente eso era lo que lo había enamorado.
Otra cuestión que a él le había parecido siempre interesante era como Julia y Gabriel nunca habían notado el espíritu libre que Emma tenía, claro que la habían apoyado en muchas cuestiones, por ejemplo, cuando pidió vivir un tiempo en México con su abuela y estudiar enfermería en ese país, su cuñada había aprovechado ese tiempo para reforzar sus lazos con la cultura de su madre, había aprendido mucho de la historia de ese país, su manejo del español se había vuelto perfecto, lo dominaba como una nativa mexicana, pero ni eso logró que ellos notaran como la niña de sus ojos había florecido y se había convertido en una mujer.
Lucas también tenía mucho que ver en eso, ese par había crecido juntos, era tan raro verlos separados que realmente sus suegros nunca habían tenido oportunidad de ver a Emma con otros chicos y de un momento para otro su hija se mudó definitivamente a otro país, conoció el amor en un hombre mayor y experimentado, encima de todo eso se convertiría en madre, hasta para el que se jáctaba de ser alguien con cabeza fría y un muy desarrollado sentido común, también había entrado en una especie de shock cuando supo todo aquello.

- Creo que tu padre terminó aceptándome porque vivo en este país y podía estar vigilándome muy de cerca...-

Eso hizo reír a Emma y disminuyó en gran parte la molestia que estaba comenzando a sentir hacia el hombre que le había dado la vida.- Además eres la tranquilidad hecha persona, no eres un peligro...-

Eric soltó una risa levemente fuerte algo raro en el.- Deberías verme en los juzgados, que mi fachada tranquila no te engañe cuñada, puedo ser muy peligroso.-

Emma no pudo evitar reírse fuertemente, su cuñado tenía la apariencia de no romper ni un plato. Siempre tan pulcro en sus costosos trajes , el mismo corte de cabello demasiado formal y una mirada que inspiraba confianza, definitivamente era todo lo contrario a su hermana.

Conociendo a Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora