La sargento de policía Kara Zor-El, una heroica veterana de guerra del ejército británico que padece de trastorno de estrés postraumático, trabaja ahora como oficial de protección especializado para el Servicio de Policía Metropolitana de Londres.
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Obs.: Bueno, les traigo otro cap. es totalmente inesperado, pero le obsequio como un regalo de cumpleaños, digamos que es como una previa de mi cumple, un regalo para ustedes, espero que lo disfruten. ❤️❤️❤️
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Pov. Lena
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No supe cuando me quede dormida del cansancio, pero cuando desperte me encontre con la hermosa sensacion de ser abrazada de forma muy protectora por mi hermosa novia, quien me tenía prácticamente presea contra su cuerpo en una posición fetal en la ambas nos encontrábamos, disfrute del cálido momento mientras rememoraba todo lo ocurrido hace un par de horas, la hermosa y un tanto salvaje noche que tuvimos para luego terminar de hacer el amor de la forma más mágica que jamás pensé que pasaría, conectar así con Kara fue algo increíble e indescriptible.
Permanecí un tiempo más en la misma posición hasta que mis necesidades básicas se hicieron presentes y mi vejiga pedía a gritos que fuera a descargarse, así que con mucho sigilo logre deshacerme del agarre de mi novia para salir finalmente de la cama y dirigirme con prisa al baño. Ya satisfecha fui hasta el lavado y me deje ver un poco en el espejo, lo primero que vi fue unas marcas rojizas notables y sonreí por la autora de los mismos.
—Por si aún había una pequeña duda que soy tuya...ya las mismas están despejadas. —sonreí un poco más hasta que deje el baño y me puse una de mis batas para ir a la cocina por un poco de agua, no sin antes pasar junto a la cama y ver a mi hermosa novia a medio tapar con una sonrisa en el rostro—
—Te ves tan adorable.... —diciendo aquello en un susurro para no despertarla y dejando un beso su frente para dejar la habitación y bajar las escaleras—
Al llegar a mi destino me serví un vaso de agua, me encontraba de lo más normal hasta que sentí un aroma, uno que era conocido para mi y que sabía a quién pertenecía.
— Sé que estás aquí, sal y deja de esconderte como un murciélago. —comenzando a buscar con la vista—
— Nunca supe como siempre sabías cuando estaba por la casa, ¿Que me delató? —presentándose ante mí al otro lado de la barra—
—Tu perfume, ¿Cómo entraste? —en verdad me sorprendía que estuviera aquí, ¿Como logro entrar?—
— Recuerdo que esta también fue mi casa una vez. —y con esa simple respuesta tuve la información que necesitaba—
— Aún tienes la llave de emergencia.
— Viejos hábitos...veo que has tenido una noche entretenida... me temo que si sigues con estas actividades extracurriculares dejará exhausta a tu guardaespaldas... por cierto, ¿Dónde se encuentra tu juguete de turno? —mostrando la llave para luego dejarla sobre la mesada en tanto daba una vista rápida al lugar y tomar asiento en unas de las butacas cuando su escrutinio a mi casa se dió por satisfecho—
