Capítulo 7

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«¿Entonces vas de salida mañana?»

• «Asi es. Iremos a Nagoya»
«Creo que tardaremos unos días»

• «Que fastidio»
«¿Los vejetes no tienen nada que hacer más que mandarnos a misiones?»

   T/n y Satoru hablaban por mensaje. Se había vuelto una costumbre ya para cuando él le terminó de enseñar cómo usar un celular e intercambiar números con ella.

   Por las noches solía marcarle por llamadas de voz y conversar aunque fuera unos minutos con ella. Sentir su voz tan de cerca lo hacía sentir como en las nubes, su cuerpo cosquilleaba de una manera tan angelical que parecía ser un sueño.

   T/n Gakuganji era un sueño, en realidad.

«Me gustaría tener más días libres»
«Nanami, Haibara y yo hemos tenido una agenda bastante ocupada últimamente»

• «¿De qué te quejas?»
«Los débiles la tienen fácil, somos los fuertes quienes no tienen descanso»

• «Muy gracioso, si eres tan fuerte apaga el sol entonces»

«🖕»

   El albino, quien estaba acostado en su cama quedó paralizado con lo que acababa de ver. ¿¡Acaso le envío el emoji de un dedo medio!?

   No creía que ella fuera capaz de mandarle algo así, era muy reservada y educada como para hacerlo. Una llamada entrante apareció en su pantalla plegable. No hizó falta ver el nombre para saber quién era, con solo oír el tono característico que le puso solo a su contacto —el cuál se negó repetidas veces por tan ridícula melodía— nada más hizo falta contestar.

—— Envié el dibujito equivocado —T/n, del otro lado de la línea, parecía apenada.

—— No se llaman "dibujitos", se les dice "emoticones", querida. Actualízate.

—— Bueno, el caso es que iba a enviar otro, pero se envió ese...

—— Si, ajá.

—— Lo juro.

   Satoru carcajeó sonoramente tras la línea, en definitiva hablar con ella no tenía precio.

—— Esta bien, está bien. Y dime, ¿a qué hora te vas?

—— En una hora. Antes de llamar estaba organizando una mochila para llevarme. No tardarán en venirnos a buscar. ¿Y tú qué harás?

—— Nada en realidad, por eso te llamé para ver cómo estabas.

   Si, Satoru en realidad estaba inesperadamente muy desocupado ese día. Quería invitarla a algún lado, pero resultó ser que para su desgracia ella no estaba disponible. En cuanto se enteró de ello grito como loco al aire, frustrado. Tanto así fue que Geto llegó desde la otra habitación para saber el por qué de tanto escándalo.

   Y ahora estaba ahí, hablando como si nada por teléfono con ella.

—— Uh, entiendo... ¡Casi se me olvida! —se escuchó el remover de unas cosas a través de la linea—. Sé que suena raro, pero he oído que en Nagoya venden unos lindos recuerdos.

 𝐌𝐈𝐑𝐀𝐌𝐄║𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂 𝗚𝗼𝗷𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora