—— Tal vez sea el estrés —comentó un preocupado Yū, tratando de darle ánimos.
—— Puede ser, aunque... tal vez sea otra cosa.
El trío estaba frente a un espejo situado en la habitación de Nanami. T/n estaba al frente, revisandose atentamente el cabello de forma confusa ante el otro par que la miraba de la misma forma.
Desde hace meses su cuerpo ha experimentado muchos cambios, le hubiera gustado decir que era gracias a la fulana pubertad y madurez, sin embargo, la situación parecia ser mucho más compleja.
Algunos mechones de color plateado estaban esparcidos por todo su liso cabello. Pintados desde su raíz, como si fueran unas canas, lo que la hacían entristecer:
—— Nanami, Haibara... me estoy volviendo vieja... —expresó entre lágrimas, con una expresión dramáticamente cómica.
—— No exageres —regañó el rubio, acercándose a ella—. A algunos jóvenes le salen canas, como a ti, no representa vejez alguna.
—— El misterio de la semana... —murmuró el castaño.
T/n formó un puchero en confusión e irritación. La primera vez que se dió cuenta fue cuando vió un cabello en platino en su almohada; de inmediato pensó en Satoru, quien solía acostarse en su cama y tal vez se le había caído una hebra de su cabello, pero lo descartó al ver el largo y verse al espejo y mirar por detrás de su cabeza los cabellos cambiados de color.
Suspiró, tal vez no había razón aparente del cambio en su cabello. Echo un vistazo nuevamente a su cabello suelto, eran muchos mechones plateados en tan solo seis meses.
Seis meses después de aquel desastre...
—— Tal vez si sea estrés —murmuró apenas, dándole la razón a Yū.
T/n se había visto mal sentimental y emocionalmente desde la repentina muerte prematura de Riko Amanai. Y era aceptable, era la primera vez que veía morir a alguien frente a sus ojos de manera tan despiadada. Le afectó, mucho, y más que se sentía inútil desde ese momento por no poder hacer nada aún teniendo las herramientas y la voluntad.
Pudo haberla salvado y no lo logró.
Recordó el día en que llegó con sus compañeros de año, siendo abrazada fuertemente por ellos. Se sintió bien saber que sus amigos le apreciaban a tal grado de preocuparse así, pero le hubiera gustado mas saberlo en otras circunstancias.
Finalmente salieron de la habitación del rubio luego de que la fémina se recogiera el cabello, charlando amenamente por los pasillos, ya que por suerte no tenían deberes ni misiones que cumplir. Caminaban a paso lento y tranquilo, notando la inusual tranquilidad alrededor.
Ya no habían bromas, ni fuegos artificiales peligrosos, ni siquiera chistes baratos que nadie pidió. La escuela estaba en silencio desde que la misión del Plasma Estelar fracasó completamente. Satoru Gojo y Suguru Geto ya no eran un dúo tan dinámico...
—— ¡Ah! ¡Nanami! —exclamó de repente el castaño en medio de ellos, aturdiendolos.
—— ¿Qué? —respondió de mala gana.
—— ¡Compremos unas botanas! ¡Acompáñame!
—— No.
—— ¡¿Eh?! ¡PERO-
—— No.
—— ¡Será-
—— No.
—— ¡NANAM-

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𝐌𝐈𝐑𝐀𝐌𝐄║𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂 𝗚𝗼𝗷𝗼
Fiksi Penggemar❝ 𝑀𝑒 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑎 𝑡𝑖 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑢𝑛 𝑖𝑚𝑎𝑛. 𝑁𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎𝑟 𝑚𝑖𝑠 𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑚𝑖 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜 𝑎𝑐𝑡𝑢𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑠𝑖 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑒𝑛 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑒 𝑣𝑒... ¿𝐶𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠 𝑠𝑖 𝑙𝑜...