My Adorable Mistake.

VIII

Jenner.

No podía creerlo. Esto simplemente no podía ser real.

Oh pero lo era, el dolor agudo en mi mandíbula me avisaba que si, me acababa de dar un golpe con un zapato un niño de 12 años.

No es como si fuera la primera vez que recibo un zapatazo de su parte, pero eso no hace que duela menos.

—Lo siento, Matt, a Jacksshole se le escapó lo de pequeño intruso cuando volvimos por Luke y luego tu llegaste y... Lo siento de verdad. —mi pobre pastelito no había parado de disculparse desde que su zapato de tacón de 10 centímetros se estrelló contra mi cara.

—Hey, no pasa nada, ya me esperaba que uno de tus hermanos me diera una paliza.—le di una sonrisa que no hizo más que aumentar el dolor en mi rostro. —Aunque yo supuse que sería Jack o Carter, o ya puestos quizá los dos juntos, pero ese Luke es toda una fierecilla ¿No?

Carissa finalmente sonrió, apenas un poco pero era una sonrisa al fin y al cabo. Sus manos sostuvieron el hielo en la parte de mi rostro que empezaba a ponerse ligeramente morada y no pude contener el impulso de apartar un mechón de su cabello para ponerlo detrás de su oreja.

Sus bonitos ojos verdes estaban enrojecidos, lo que me avisó que había estado llorando... Mucho.

—¿Y cómo se lo ha tomado Jackson? No veo mas zapatos voladores así que yo imagino que mejor que Luke. —comenté logrando mi propósito de hacerla reír.

—Jackson me ha dicho que soy una perra por haberme aprovechado de ti para mis perversos fines sexuales, ¿Puedes creertelo? Mi propio hermano se puso de tu lado.

—¿Es en serio?

—Tu ya sabes que Jacksshole te quiere más que a mi.

Yo me reí mientras negaba con la cabeza, aunque tuve que parar por que el dolor se hacía más fuerte con el movimiento. La familia de Carissa nunca había sido un tema dificil para mi... A excepción de Luke, claro, ese niño me había odiado desde aquella vez en la que me había encontrado besando a su hermana mayor en el baño de su habitación.

No me vean así, aquella vez fue culpa de ella.

—A veces pienso que Jack me quiere más de lo que tu lo haces. —murmuré divertido, pero mi pastelito apartó la vista incomoda.

Demonios, esa mujer si que sabía como romperme el corazón.

—Si, como sea, creo que no deberías preocuparte más por Luke, Jackson y Carter han hablado con él. —susurró ella evitando mi mirada.

Solté un suspiro, ¿Es que siempre iba a ser así?

—Rissa. —la llamé, alargando la mano para tomar su barbilla y hacer que sus ojos encontraran los míos. —¿Por qué no puedes ver que esto va a pasar tarde o temprano?

—No se de qué hablas. —se negó cerrando los ojos, solté un suspiro frustrado.

—Pastelito, esto ya está pasando, yo he cedido por cada cosa que alguna vez me has pedido, ¿No crees que es hora de qué tu lo hagas y le des a lo nuestro una oportunidad? Solo una, Rissa.