My Adorable Mistake.

XI

Hace 3 años, 10 meses.

Jenner.

—¡No puedo creer que vinieras! ¿¡Tienes idea de lo irresponsable que es eso?! —grité con la voz cargada de preocupación, ¿Qué demonios estaba pensando Carissa?
—¿Disculpa? Me invitaron a la fiesta, yo vengo a la fiesta. —respondió ella cruzando los brazos, cosa que atrajo mi mirada hasta cierta área de su cuerpo.

Negué con la cabeza, tenía que concentrarme.

—¡Es una fiesta universitaria! —le recordé subiendo mi tono de voz.
—¡Lo se! El hermano de Jake está aquí, ¿Bien? No vine sola.

¿Y se supone que eso debería hacerme sentir mejor?

—¿Tu abuela sabe por lo menos que estás aquí? —cuestioné apretando la mandíbula.
—Le dije que me quedaría a dormir en casa de April. —Carissa se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

Su afirmación me cayó como un balde de agua fría.

—¿No piensas regresar a casa a dormir? ¿Dónde te vas a quedar? —la interrogué frunciendo el ceño.
—Aun no lo se, probablemente en el departamento de Jake.
—¿Y lo dices así como así? ¡No puedes quedarte en casa de un extraño!
—¡No es un extraño! Es mi amigo, no va a pasarme nada. —replicó rodando los ojos.

Respiré hondo intentando tranquilizarme, ella no podía simplemente decirme algo así y esperar que yo guardara la puta calma.

—Tú te vas conmigo. —afirmé y tomé su mano para empezar a tirar de ella lejos de la multitud.
—¡Oye! Prácticamente acabo de llegar, no voy a ningún puto lado. —renegó ella tratando de soltarse.

Dejé ir su mano y la miré a los ojos, supe inmediatamente que no iba a ceder. Aunque, ¿Ella cedía alguna vez? La respuesta era un total y rotundo no.

—Bien, pero me quedo contigo toda la fiesta y al final te llevo a mi apartamento, no quiero que duermas en casa de un desconocido.
—Ed no es un desconocido...
—¡Lo es para mi!

Carissa se quedó callada por un momento, mirando al techo y haciendo una mueca con la boca. Se quedó callada tanto tiempo que temí que empezara a gritarme, en cambio tomó mi mano.

—Bien, pero es mi primera fiesta universitaria, no me la eches a perder.
—No prometo nada, pastelito. —murmuré mientras caminaba tras ella en dirección a la barra.

***

—¡Carissa! ¿Es que quieres provocarme un infarto o algo así? ¡Baja de ahi! —grité mientras la miraba bailar sobre una mesa.

Y ni siquiera estaba ebria, lo hacía por puro gusto.

—Rissa, no es broma, baja, por favor. —suplique una vez mas mientras intentaba tomar su mano.
—Aguafiestas. —masculló ella bajando de la mesa de un salto, hacía un par de horas ya que había perdido sus tacones altos en algún lugar de aquella casa.

La vi sonreirle a un chico y no lo dudé un segundo más, la tomé en mis brazos para sacarla de esa maldita fiesta de una vez por todas.

—¡Jenner, bajame! ¿Qué crees que haces? —se removió en mis brazos, tratando de deshacerse de mi.
—Te llevo a casa.
—Si mi abuela me ve así, me matará, y luego te matará a ti. —trató de razonar ella.
—¿Quién dijo que me refería a casa de tu abuela, pastelito? —cuestioné enarcando una ceja.