IX

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Hace 5 años, 7 meses.


-No puedo creer que esté haciendo esto. -murmuré viendo mi maleta. -Digo, es genial pero, ¿Tengo que quedarme con la abuela?


Mi madre me mira con comprensión, ella tampoco soporta a la abuela. Y miren que es su madre.


-Lo siento cariño, quería que te quedaras con tu tía Myriam pero ya ves como se pone esa vieja, ha insistido para que te quedes con ella.


No soportaba la idea de tener que vivir con mi insoportable abuela, la que había tratado tan mal a mi madre por tantos años y que se empeñaba en vivir según los ideales del siglo pasado pero si quería ir a aquella escuela debía cumplir con esas condiciones.


Diablos, iba a extrañar mi hogar.


Doble diablos, iba a extrañar a Jenner.


-¿Matt no ha llegado? -pregunté tratando de sonar indiferente pero fallando de forma épica.

-Seguro no tarda. -me tranquilizó mi padre poniendo su mano en mi hombro.


Aun faltaban 20 minutos para que me llamaran para abordar el avion, así que traté de mantener la calma, claro que era algo bastante dificil de hacer tomando en cuenta que Luke no paraba de llorar mientras se abrazaba a mis piernas.


-Rissa, llevame contigo. -me pedía sin parar mi pequeño, nada de un "No te vayas" o "Quedate con nosotros", simplemente quería estar conmigo donde sea.


Mientras Jacksshole decía que si iba a fiestas no me embriagara mucho y que usara condón, y Carter amablemente nos ignoraba para jugar con su nintendo. Creo que pueden adivinar quien es mi hermano favorito.


-No puedo llevarte, Luke, lo siento. -murmuré mientras me inclinaba para abrazarlo, el pobre no se quería despegar de mi.

-Rissa...


Su suplica fue interrumpida por el grito de una voz que me pareció extremadamente conocida. Jenner.


-¡Pastelito!


Me volví a tiempo para verlo correr en mi dirección, Luke también pareció notarlo por que se aferró más fuerte a mi, marcando territorio. Rodé los ojos.


Chicos.


En menos de un segundo los brazos de Matt me estaban envolviendo con fuerza, y medio segundo después él se separó de mi gritando por que mi hermanito menor le había mordido la pierna.


No pude evitar reír al ver la cara del pedazo de imbécil, le estaba lanzando una mirada para nada amistosa a mi hermano menor mientras sostenía su pierna con las manos.


Como sea, mis risas se apagaron cuando advertí que mis padres y su padre nos estaban viendo. Creo que nunca había estado tan avergonzada como en ese momento.

My Adorable Mistake.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora